Luis Torres había pasado por un momento delicado, tras la muerte de su esposa no le encontraba sentido a la vida, pero viajar al Templo de Salomón le dio la fortaleza necesaria para levantarse.
“Tuve una linda experiencia en el Templo de Salomón. Yo fui a este viaje destruido porque mi esposa había fallecido hacía poco. A pesar de que no tenía consuelo y me encontraba sin fuerzas decidí acompañar a mis hijas de la FJU de Neuquén al Templo de Salomón porque necesitaba encontrarle sentido a mi vida”, cuenta este hombre que se dio una oportunidad para fortalecer su comunión con Dios.
“Recuerdo cuando oramos junto al pastor en el Templo de Salomón y él dijo ‘pídanle a Dios lo que ustedes necesitan’. En ese momento yo solo le pregunté a Dios porqué se había llevado a mi esposa. Nosotros sacrificamos nuestra vida en el Altar, vivíamos la fe, sin embargo, ella se enfermó en diciembre y en febrero falleció. Yo no encontraba consuelo, fue mi compañera durante 29 años y tras su muerte pensé en desistir, pero aquel domingo en el Templo de Salomón Dios habló conmigo y me dijo: ‘Hijo mío el que persevere hasta el fin recibirá la corona de la vida’. Entendí que Dios había hecho Su voluntad. Me siento más tranquilo, no la olvidaré, pero ella ya terminó su camino, ahora nos toca a nosotros llegar a la cima de este camino.
Si tuviera la posibilidad de volver a hacer este viaje, lo haría sin dudar. Agradezco al Altísimo porque Él nos da la fuerza para continuar con una sonrisa todos los días”, afirma Luis junto a su hijas.
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