Angelina: “Me casé con la esperanza de vivir bien. Nunca me imaginé que pasaría hambre, malos tratos, golpes y que viviría en una plaza.
Mi esposo era adicto y teníamos hijos chiquitos. Él conseguía trabajitos pero lo que ganaba se le iba en vicios. Entonces alimentaba a mis nenes directamente de la basura. Yo estaba embarazada y en esa época me detectaron cáncer en el útero.
Mi marido me decía que yo no servía ni para ser madre, fue humillante. Tuve a mi bebé, nació prematura, y para los médicos ella no viviría mucho o tendría secuelas por los golpes que yo recibía. Necesitaba medicación, pero no teníamos nada.
Estaba en la plaza y una señora me entregó un diario El Universal. Fui a la Iglesia y mi marido comenzó a acompañarme. Él hizo un voto en la Hoguera Santa y esa semana consiguió trabajo.
Nos lanzamos porque la criatura necesitaba tratamiento. La primera experiencia que tuvimos en el Altar fue la cura de mi hija.
Después mi cáncer desapareció. En ese momento tenía tres hijos, el médico me dijo que no iba a poder tener más chicos y ahora tengo cinco.
Para la gloria de Dios, hoy tengo mi casa y propiedades que alquilo. Mi marido, que era celoso y golpeador, cambió completamente. Sin embargo, entendí que lo más importante es el Espíritu Santo, Él me ayudó a borrar mi pasado y a perdonar. No sabía que había un Dios que pudiera cambiar la situación en la que vivía”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
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