Verónica estaba tan enferma, que estaba a punto de darse por vencida, ya no quería vivir: “Estaba muy enferma, tenía hipertensión arterial.
Allí se me fue acumulando agua. En ese tiempo, me caí y se me rompieron los cartílagos de la rodilla.
Como si fuera poco me habían detectado Hepatitis C, y clínicamente no tiene cura.
Estaba tan desesperada que quise suicidarme muchas veces.
Necesitaba que me hicieran diálisis tres veces por semana. Cada sesión duraba cuatro horas. Pensé en desconectarme cuando me hacían diálisis, también pensaba en tomar pastillas o morfina, para terminar con todo”, comenta Verónica.
Ella conoció la Universal y a partir de ese momento comenzó a luchar por su salud. Usó la fe y después de un tiempo, Dios hizo un milagro y restauró su salud por completo:
“Hoy en día tengo estudios que comprueban el antes y después. La carga viral se negativizó. Me curé de hepatitis C.
El doctor que me diagnosticó, dijo que yo era un caso de estudio. Nunca había visto algo así. Además, Dios reconstruyó el cartílago de la rodilla, gracias a él no tengo nada”, concluye.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
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