Son muchos los que entran diariamente a TV Universal y a Red Aleluya para seguir la palabra amiga del obispo Edir Macedo. El pasado martes 1° de octubre, internautas y oyentes pudieron seguir la orientación dada a Janice Silva, quien envió una carta pidiendo una dirección para poder recibir el Espíritu Santo. Transcribimos aquí el pedido de ayuda y la respuesta:
¿Por qué aun no fui bautizada con el Espíritu Santo? Me quedo mirando a las personas que cuentan y dan testimonio de cómo es, y “se me hace agua la boca”. Hay un grito preso en mi garganta para decir: “¡Ah, qué día!”
Pero Lo necesito y voy a perseverar hasta el último día. No sé lo que sucede, mi cabeza dice “no” mientras estoy buscando… Le pido tanto a Dios, todos los días, para que me cambie mucho pues ha sido difícil. Últimamente, mi casa está llena de gente, hasta cuando estoy en el baño me gritan y conversan conmigo.
En el momento de la Palabra, a las 6 de la mañana, cuando estoy yendo al trabajo, ya he llegado a detener el auto para escuchar el mensaje y solo orar, porque fue cuando logré un momento más tranquilo. Obispo, tengo mucha sed de recibir el Espíritu Santo, pero pienso: “¿Dios no me verá muy repetitiva, siempre las mismas palabras, siempre pidiendo las mismas cosas?”
Siempre me veo insignificante, se me caen las lágrimas, e incluso tengo miedo de que llegue el último día y no me suceda a mí. Es muy difícil, como usted mismo siempre dice.
Cuando la persona no tiene el Espíritu Santo, es muy inestable, pero vamos hacia adelante, voy a perseverar y mi Señor me oirá.
El obispo orientó:
“No sirve escribir palabras contando sus dolores, miserias y fracasos. No sea negativa. Pues, ¿cómo quiere recibir el Espíritu Santo si sus pensamientos son contrarios?
El Ayuno de Daniel sirve para que todos se aíslen de lo que es malo, nocivo, dañino, de pensamientos maliciosos. No es fácil, nada es simple para conseguir lo mejor de este mundo. No podemos esperar facilidades. Quien quiere recibir el Espíritu de Dios tiene que ser fuerte, valiente, audaz, tiene que tener sus pensamientos firmes en lo que quiere y vivir de acuerdo a lo que Dios piensa.
‘El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.’ Mateo 12:35
Cuando expresamos palabras positivas y buenas, entonces nuestro corazón estará lleno de cosas buenas, y vamos a cosechar frutos buenos. Pero cuando las palabras son malas, estaremos sembrado cosas dañinas. Pero el hecho es que siempre decimos lo que está en nuestro interior y eso puede producir un efecto positivo o negativo.
Use su inteligencia, diga lo que es necesario y lo que provocará un cambio en su vida. Las palabras tienen poder tanto para la vida como para la muerte. El Espíritu Santo desciende sobre nosotros para decirnos palabras de poder que resucitan, igual que la Palabra de Jesús, que producía vida.”