De acuerdo con las definiciones médicas, la esterilidad es la incapacidad para llevar a término un embarazo (para tener un hijo vivo). Esta imposibilidad de reproducir se puede producir porque los órganos sexuales no funcionan bien o porque los gametos son defectuosos. En cambio, la infertilidad alude a la imposibilidad de concebir.
Se considera que existe un problema de esterilidad o de infertilidad cuando no se ha podido tener un hijo vivo después de un año de mantener relaciones sexuales sin utilizar algún método anticonceptivo con la finalidad de procrear.
Tipos de infertilidad
Primaria: Se produce cuando la pareja consigue una gestación, pero no logra llegar a término con un recién nacido vivo.
Secundaria: En estas situaciones, la pareja no consigue una nueva gestación a término con un recién nacido vivo, tras haber tenido anteriormente un embarazo y parto normales.
Tipos de esterilidad
Primaria: Si tras un año y medio de mantener relaciones sin métodos anticonceptivos, la pareja no ha conseguido el embarazo se produce la esterilidad primaria.
Secundaria: Se origina cuando la pareja, tras la consecución del primer hijo, no logra una nueva gestación en los dos o tres años siguientes de coitos sin anticonceptivos.
“Gracias a Dios pude tener dos hijos”
Cuando tenía solo 12 años, Marina Salinas sufrió apendicitis. Al operarla, los médicos descubrieron que tenía un problema congénito: le faltaba uno de sus riñones y el diagnóstico era síndrome nefrótico crónico.
La volvieron a operar, le extrajeron alrededor de 7 mm de uretra y le dijeron a su madre que iba a ser imposible que Marina quedara embarazada, las secuelas de su problema de salud hicieron que cualquier plan de ser madre que pudiera llegar a tener en el futuro tuviera que cancelarse.
Sin embargo, su mamá nunca le contó esto y Marina siguió su vida con normalidad. Conoció a quien hoy es su marido y empezó a ir a la Universal.
Tiempo después, Marina quedó embarazada y, cuando llamó a su madre para darle la noticia, le dijo que había sido un milagro, porque con todo lo que le había pasado, que eso sucediera era imposible: “Lloré de alegría porque, aunque yo no sabía que tenía un impedimento para ser mamá, Dios me sanó e hizo el milagro. Tiempo después volví a quedar embarazada. Hoy tengo dos hijos hermosos, soy feliz con mi marido y tengo una familia hermosa”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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