“Aprecio lo que ustedes están haciendo. Es muy, muy importante. Me gustaría que hubiese más personas haciendo cosas así.” Es la declaración que Theophilus Natter hace después de que la Universal visitó la clínica de rehabilitación, de la cual él es el director, en Houston, (Texas, Estados Unidos), y reafirma lo que muchas personas han descubierto en los últimos años: el trabajo realizado por medio de la Palabra de Dios cambia vidas.
Natter tiene su consultorio hace casi 28 años y se dedica a la recuperación de las personas que sufren con el alcoholismo, dependencia química a drogas ilícitas o que sufrieron un abuso sexual. Actualmente, su clínica atiende aproximadamente a 400 personas.
“Algunos de nuestros pacientes lidian con diferentes tipo de cuestiones, diferentes problemas”, declara. “Conversar con ellos ayuda mucho. Después de que los voluntarios de la Universal salieron, conversé con los pacientes y descubrí, hablando sinceramente, que algunos de los jóvenes dijeron que la conversación con los voluntarios les hizo muy bien, los ayudó.”
“La última piedra”
Durante la visita de la Universal, los voluntarios llevaron la Palabra de Dios, realizaron oraciones y conversaron con los pacientes, además de donar ejemplares del libro “La última piedra”, escrito por el obispo Rogério Formigoni.
Para Natter, que también es cristiano, ministro ordenado de la Iglesia Metodista, la lectura es tan importante como las oraciones realizadas.
“Incentivo a los pacientes para que lean el libro. Yo estoy leyendo el libro. Una de las mejores cosas que veo es su parte cristiana. El autor hizo un buen trabajo. Su experiencia hace una gran diferencia, porque usted no puede escribir algo si usted no sabe lo que es”, afirma Natter.
El director clínico agradece a la Universal por el trabajo prestado y afirma que los voluntarios son bienvenidos para que vuelvan cuantas veces quieran.
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