Hemos observado, a lo largo de la historia, que hay países que suelen adoptar varios modismos lanzados en otras partes del mundo, así como costumbres que surgen en países distantes y con culturas muy diferentes a las propias. Por eso, en los días de hoy, es difícil saber lo que es verdaderamente propio de cada país y lo que fue adoptado y asimilado de otras naciones.
Hay países que por tener un clima soleado prácticamente casi todo el año, tienen la costumbre de usar poca ropa, incluso en ciudades con playa es posible ver a las personas yendo con ropa de playa por las calles e incluso en supermercados, panaderías y bancos.
Pero lo que me extrañó mucho fue la noticia de que en Quebec, Canadá -un país conocido por temperaturas muy bajas-, un grupo de chicas estudiantes de secundaria de una escuela particular, están protestando por el derecho de asistir a las clases sin usar sujetador, con pantalones muy cortos y blusas sin tirantes y frente única (hombros descubiertos.)
Jaunes Les Carrés (cuadrados amarillos) es nuevo movimiento escolar surgido en las escuelas secundarias, el cual publicó en su página de Facebook que la lucha es combatir el dress code (código de vestimenta) sexistas que la escuela impone a las estudiantes. Las chicas que forman parte de la militancia van a la escuela con un cuadrado amarillo (un Post-it) pegado en la ropa en señal de protesta.
El grupo creó el movimiento para presionar a la dirección de la escuela a reevaluar el código de vestimenta y garantizar que los hombres y las mujeres sean tratados de la misma manera. En la página del grupo en Facebook, las demandas son muy claras y específicas.
– Primero, queremos autorización para usar shorts más cortos que cubran el trasero, pero no los muslos. Queremos usar leggings sin tener que vestir una blusa que cubra el trasero. Queremos usar camisetas ajustadas de tirantes como si fueran blusas y usar camisas sin tirantes y frente único. Exigimos también el derecho a no tener que usar sujetador y ser respetadas cuando estemos sin él.
El grupo también deja claro cuáles son los límites que deben respetar las alumnas.
– No tenemos el derecho de quedarnos mirando las ropas íntimas, bien sean de chicas o chicos. No tenemos el derecho de usar escotes muy profundos ni que se vea la parte inferior del trasero.
Las militantes ya conmemoran algunos cambios conquistados junto a la dirección y piensan llevar el movimiento más allá de los muros de la escuela, para que las estudiantes de escuelas públicas también tengan asegurado su derecho a no usar sujetador y asistir a las clases con ropa más atrevidas.
Mi análisis ante este tema -que puede ser considerado bastante complejo- es muy simple: en mi casa existen varios objetos que considero valiosos. Algunos porque costaron caro y otros porque tienen un determinado valor sentimental. Por más que me gustaría tener el derecho de salir de casa sin tener que cerrar las puertas y sin necesidad de activar la alarma, sé muy bien que, si no lo hago, corro el riesgo de que alguien mal intencionado entre y agarre lo que es mío. Yo sólo permito que entren en mi casa personas de mi total confianza, pues se trata de un espacio particular. Las cosas que poseo de más valor no están expuestas sobre la mesa de la cocina, sino que las guardo en lugares privados. ¡Cuánto más valioso, mejor guardado, claro!
Si tengo todo ese cuidado con cosas materiales, mucho mayor es el cuidado que tengo con mi cuerpo. No tengo la menor intención de exhibir a cualquiera lo que pertenece a mi particularidad. Y cada vez que lo hago, me aseguro de estar valorizando aquello que sólo yo tengo.
En vista de eso, ¿por qué será que cada día más mujeres, de varias partes del mundo, buscan el “derecho” de colocar en una vitrina las joyas que deberían estar en un cofre? ¿Por qué preservar el propio cuerpo para una misma y para la pareja ha sido presentado como una carga? Aquí dejo la pregunta para quien sepa responder.