¿Quién es usted dentro de su casa? ¿Qué hace cuando “nadie” lo ve? ¿Realmente usted está escondido? Sepa que Dios siempre puede ver lo que usted hace, dice y piensa. Si usted todavía no lo sabía ingrese aquí y entienda cómo la mentira puede dañar su vida.
Existen personas que viven de apariencia. En el trabajo, fingen que son tranquilas, no hablan de nadie, pero en la calle hablan mal de todo y de todos. En la iglesia, concuerdan con todo lo que el pastor predica sobre la Biblia, pero en la casa deshonran a la esposa e hijos. En la facultad son intelectuales, en internet, agresivas y racistas.
El perjuicio online, es uno de los mayores ejemplos de corderos que se transforman en lobos cuando piensan que están escondidos. Abusando de la supuesta impunidad de las redes sociales, atacan a cualquier persona que sea o piense diferente.
Estas acciones son tan condenables que la ONG de Río de Janeiro Criola, que combate el racismo desde 1992, creó una acción de concientización “Racismo virtual: las consecuencias son reales”. La ONG rastrea el origen del comentario prejuicioso y lo publica en outdoors (carteles al aire libre) en la zona que viven las personas (foto de al lado). En el sitio de la campaña, los idealizadores explican: “Solo queremos concientizar a las personas para que futuramente reflexionen sobre las consecuencias antes de postear comentarios racistas.”
Usted entre ellos
Encontrar un cartel de esos en la calle nos recuerda que ningún secreto permanecerá escondido por mucho tiempo. Por eso debemos ser transparentes y honestos.
Según el obispo Renato Cardoso, el carácter dudoso es una de las 8 cosas capaces de avergonzar a un hombre. “Las fallas en el carácter, como la mentira, la deshonestidad, el temperamento volátil, lo disminuyen ante los ojos de los demás”, afirma. “La vergüenza es como una mancha de salsa de tomate en un prenda blanca. Difícil de sacar y puede quedarse para siempre.”
Tanto para los hombres como para Dios las mentiras son reveladas, tarde o temprano. La Biblia relata, por ejemplo, la historia del rey Jeroboam. Luego de que él abandonó al Señor y comenzó a adorar a otros dioses, su hijo se enfermó. Él entonces le pidió a su esposa que vaya disfrazada hasta el profeta Ahías, siervo de Dios, para descubrir qué sucedería con el niño.
“Y la mujer de Jeroboam lo hizo así; y se levantó y fue a Silo, y vino a casa de Ahías. Y ya no podía ver Ahías, porque sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez. Mas el Señor había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo; así y así le responderás, pues cuando ella viniere, vendrá disfrazada.” 1 Reyes 17:4,5
No importa cuánto se haya disfrazado, el Señor la conocía, conocía sus virtudes y defectos. Y así es con cada persona.
Existe la posibilidad de que los hombres nunca vean sus actos, pero Dios seguramente los verá. ¿Usted estará orgulloso o avergonzado cuando tenga que responder por ellos?
Participe del Encuentro con Dios este domingo y aprenda a utilizar la fe de manera racional para mejorar sus actitudes y poder estar orgulloso de lo que hace.
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