La Excusitis es una enfermedad contagiosa que hace que el enfermo dé excusas para todo en la vida. Generalmente es causada por el virus “Nou eis meaculpalis”, encontrado en la mayoría de la población.
La excusitis aguda se caracteriza por frecuentes justificaciones del enfermo sobre por qué algo no salió y no saldrá bien. Otros síntomas incluyen negativismo, dificultad de aceptar nuevos desafíos, sentido de impotencia y quejiditis (que puede derivar en Enfermedad de Molestos).
El diagnóstico normalmente es hecho vía oral. El enfermo puede auto-diagnosticarse. Basta que note si suele decir frases como estas o semejantes:
*No tengo tiempo
*Incluso lo haría si no fuera por […]
*No lo verifiqué
*Pensé que estaba todo bien, pero […]
*Soy demasiado [joven/grande/gordo/pobre/tímido…] para eso
*No tengo a nadie que me ayude
*No tengo [estudios/dinero/ánimo…] para eso
*El problema es que […]
*Lo voy a hacer, pero primero tengo que [chequear mi Facebook/terminar de mirar mi serie favorita/organizar mi vida/responder mis e-mails/postear una selfie/consultarle a mi psicólogo…]
El tratamiento para la excusitis generalmente implica quitar el trasero de la silla y tomar tres cucharadas de actitud por hora mientras esté despierto. El enfermo deberá notar mejoras desde el primer día de tratamiento y progresivamente a partir de entonces.
El virus “Nou eis meaculpalis” no puede ser totalmente erradicado. Permanece pasivo en el sistema inmunológico de la persona esperando una oportunidad para atacar nuevamente. Por eso es aconsejable que la persona evite el contacto con otras que estén en el estado activo de la enfermedad.
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Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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