Las orientadoras de la Educación Bíblica Infantojuvenil (EBI) tienen la misión de evangelizar niños de 3 a 11 años. Muchas llegan sin experiencia profesional, pero utilizan lo que aprendieron en la vida para desarrollar el trabajo espiritual día tras día. Otras sacan provecho de antiguas piezas de teatro y actividades las que implementan para la relación con los más chicos. Muchas veces, el éxito es inmediato.
La peluquera y animadora de la fiesta Maquilenia Queiroz es un ejemplo de eso. Ella nunca imaginó que su experiencia como animadora fuera a servir para mejorar su trabajo como educadora. “Quien llega triste y deprimido cerca mío se siente rápidamente bien. Muchos niños llegan tristes a la iglesia por las peleas de los padres. Enseguida busco animarlos y arrancarles una sonrisa, cuenta.
Antes de ser educadora, Ilma de Jesus Rodrigues trabajó 10 años como correctora. El trabajo exigía que cumpliera varias metas, lo que la hizo madurar y crecer profesionalmente.
“Siempre les digo a mis alumnos que la vida tiene reglas y tienen que ser seguidas y respetadas. En el trabajo, la gente tiene que respetar y obedecer a su patrón. Hablo acerca de respetar a los mayores. Nuestro trabajo sirve como un refuerzo en la educación de los niños”, analiza.
La empresaria Maria Aparecida Peixoto Silva Domingues pasó gran parte de su adolescencia cuidando a sus dos hermanas más pequeñas, a raíz de la separación de sus padres. Ella recuerda que su madre trabajaba el día entero para sustentar a la familia.
“Sentía mucho la falta de mi padre, quien se fue de casa; y de mi madre, por trabajar todo el día. Y veía una carencia aun mayor en el rostro de mis hermanas. Cuando llegué a la EBI, conviví con eso. Muchos niños sufren mucho por la ausencia de sus padres. Para intentar mermar ese sufrimiento, las educadoras dan toda su atención y cariño a los niños” señala.
Adriana Tavares dice que su infancia fue traumática debido a la separación de los padres.
“Cuando tenía 7 años, mis padres se separaron. Sufrí mucho por eso. No tuve mamá durante buena parte de mi infancia y adolescencia. Siempre busco darle mucha atención y cariño a los niños que pasan por el mismo problema”, afirma.