La fe necesaria para recibir la cura divina está relacionada a la actitud de asumir la promesa divina. La Palabra de Dios afirma que el Señor Jesús tomó sobre Sí nuestros dolores y enfermedades: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores” (Isaías 53:4).
Cualquier enfermo que toma posesión de esa promesa es sanado sin ningún tipo de intervención humana.
Pero para eso, es necesario que él crea de hecho y de verdad. Evidentemente, están los dones del Espíritu Santo en el ministerio de la Iglesia Cristiana, entre los cuales está el don de la cura divina. Por eso, son incontables las personas beneficiadas por la manifestación de ese don.
Aún así, hay que creer de verdad en la acción del Espíritu Santo por intermedio de Sus siervos. Infelizmente, no todos tienen fe para tomar posesión de la cura divina, eso significa que la cura no es para todos, sino sólo para aquellos que creen.
Fe en la conquista material
La fe en la conquista material es la única que no depende de la oración, ayuno o de ir a la Iglesia. La conquista de un bien material o de la vida financiera abundante depende de la fe que se muestra a través de la ofrenda.
¿Cuál es el tipo de fe que no necesita de ofrenda? Ninguna, bajo ningún aspecto. ¿Existe manifestación de fe sin la ofrenda? No existe fe sin ofrenda, así como no existe ofrenda sin fe. Ciertamente los teólogos incrédulos prefieren optar por una fe más abstracta y sin compromiso, una forma más cómoda de “creer” en Dios.
Pero cuando se trata de la fe bíblica, la fe apoyada en la Palabra de Dios, no hay como disociarla de la ofrenda.