La mentira tiene muchas caras.
Su padre, el diablo, sabe que la mentira repetida muchas veces acaba pareciéndose a la verdad.
Y que una media verdad esconde una media mentira.
A causa de eso, él ha aprovechado la prédica acerca de la gracia de Dios y ha colocado la idea de la facilidad de la Salvación.
“… por gracia sois salvos…”, (Efesios 2:5).
Como si la gracia de Dios excluyese la disciplina (justicia) del Reino de Dios.
Es como si yo creyese y confesase: ahora que estoy en la gracia puedo disfrutar del mundo sin miedo a perder mi Salvación.
Como si mi Salvación estuviese garantizada a causa de la gracia de Dios.
¿Acaso la gracia de Dios permite vivir la vida cristiana libre de la justicia, de la misericordia y de la fe del Reino de Dios?
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.”, (Mateo 23:23).
¿Acaso la gracia de Dios permite vivir la vida cristiana libre para disfrutar de las obras de la carne? Gálatas 5:19.
¿Libre para negarse a poner la otra mejilla? Mateo 5:39.
¿Libre para negarse a perdonar? Mateo 6:15.
¿Libre de tener que negarse a sí mismo? Mateo 16:24.
¿Libre de tener que cargar la cruz? Mateo 16:24.
¿Libre de tener que aceptar injurias, persecuciones y mentiras? Mateo 5:11.
En fin, ¿libre para andar por el camino fácil y entrar por la puerta ancha y espaciosa? Mateo 7:13.
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