En la Universal se está viviendo una fe especial, el propósito del Ayuno de Daniel, un momento de crecimiento personal y espiritual. Basándose en Daniel 10, cuando él decidió ayunar en búsqueda de sabiduría y renovación.
Las distracciones y el entretenimiento dispersan nuestra atención, y nos impiden conquistar los objetivos propuestos y acercarnos a Dios. Dejar de absorber información secular es indispensables en este período.
Los cinco beneficios de esta renovación espiritual son:
1.Es un alimento que trae paz: Durante el Ayuno de Daniel nuestro principal alimento es el Espíritu de Dios y Sus enseñanzas. Cuando estamos cerca de Dios, somos llenos de paz, alegría y bondad, eso nos permite una vida plena y feliz.
2.Acercamiento a Dios: Él debe ser el primero en nuestra vida, sin embargo, en el mundo muchos se han distanciado de Él y de Sus enseñanzas. Por eso nos distanciamos de las cosas seculares para poner nuestra atención en Dios, Él desea lo mejor para nuestra vida.
3.Inversión en la Salvación: El Ayuno de Daniel nos lleva a invertir en la Salvación, nos acerca a Dios y nos renueva espiritualmente.
4.La presencia del Espíritu Santo: El Espíritu Santo transforma la vida de aquellos que se entregan a Él, de aquellos que desean tenerlo por sobre todo.
5.Bloqueo contra la acción del mal: La naturaleza humana no es capaz de luchar contra los espíritus malignos, por eso muchas personas pasan años sufriendo y siendo engañadas. Durante el Ayuno de Daniel fortaleceremos nuestro espíritu en Dios buscando Su presencia.
El obispo Macedo en su blog nos enseña a ser llenos de la Presencia de Dios. ”Solo estando en Espíritu alguien tiene condiciones de oír y obedecer la Voz de Dios.
¿Cómo es posible estar en Espíritu?
Cuando la mente se involucra en la meditación de la Palabra de Dios, o cuando los pensamientos son sometidos a los pensamientos del Altísimo, y cuando el meditar en la Palabra exige renunciar a la visión y a la audición de las cosas de este mundo. Quedar ciego y sordo a todo lo que sucede alrededor. Abstención de internet, televisión, cine, literatura secular y cualquier entretenimiento que distraiga la mente de las cosas del Espíritu.
Es difícil, tanto como lo es la Salvación del alma. Realmente, han sido pocos los que sacrifican la comodidad de la puerta ancha, del camino fácil del reino de este mundo, para garantizar la entrada al Reino de los Cielos por la puerta estrecha. Razón por la cual también son pocos los que han recibido la plenitud del Espíritu Santo.
Pero no hay manera, quien quiera pagar el precio para el recibimiento del Espíritu de Dios tiene que sacrificar, tiene que abstenerse de las concupiscencias de la carne. El Ayuno de Daniel está destinado solo a los sedientos del Espíritu de Dios.”
Las marcas del pasado desaparecieron
Yamila descubrió el secreto para tener la paz y la felicidad que había buscado sin éxito durante toda su vida.
“Sufrí un abuso en mi infancia y me convertí en una chica agresiva y depresiva. Desde los 11 años de edad intenté suicidarme una y otra vez, porque no encontraba una salida para tanto sufrimiento. Empecé a salir a la noche, me involucré con los vicios y tuve una vida descontrolada. Era un círculo vicioso, no encontraba la felicidad en nada.
Tuve una relación violenta que me llevó al límite, destrozada llegué a la Universal. Empecé a perseverar en las reuniones porque veía a otras personas felices y quería eso para mi vida. Cuando empezó el Ayuno de Daniel decidí entregarme a Dios, puse toda mi fuerza, buscaba el Espíritu Santo, leía la Biblia, oraba por la madrugada y me bauticé en las aguas.
Tuve un encuentro con Dios y las marcas del pasado desaparecieron. Ahora tengo paz y amor para dar. Quienes me conocen ven el cambio en mí. Hoy soy una mujer feliz porque tengo el Espíritu de Dios”.
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