Claudia: “Yo venía de una familia en la que había muchas peleas a raíz de que mi papá le había sido infiel a mi mamá. Esa situación había generado un ambiente de peleas y discusiones. Yo vi cómo mi papá le tiraba cosas a mi mamá y ella lloraba. Fue creciendo en mí un desinterés por formar una familia. Además, mi mamá me decía que por mi rebeldía jamás lo iba a lograr. Esas palabras negativas que escuchaba de parte de ella siempre estaban.
Por otra parte, yo tenía asma y necesitaba tratamiento continuo. Cuando tenía las crisis terminaba con oxígeno en el hospital, eso me hacía sentir sola, triste y desanimada.
Empecé a participar en la Terapia del Amor y en una de las charlas hubo un clic en mí. El pastor decía: ‘En este momento usted va a reconocer delante de Dios lo que le está faltando en su vida y por qué le está faltando. Si Dios es un Dios completo, ¿por qué no tiene su vida completa?’. Eso me hizo reflexionar. Yo en la vida sentimental todavía no había cambiado. Entonces dije:
‘Señor, pongo en Tus manos mi vida sentimental’. Empecé a sanar mi vida interior. No sentí más la tristeza, el vacío y ya no me sentía disminuida. Cuando conocí a mi esposo, fue Dios Quien lo puso en mi camino porque yo no había pedido por alguien. Fue necesario curar mi interior para que mi vida fuera completa. Nos casamos, somos muy felices, no nos falta nada, tenemos nuestra casa y viajamos. Hoy siento paz y alegría en mi corazón”.
En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.
Participe a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.