El pasado martes 17, el obispo Djalma realizó una concentración especial en el Centro de Convenciones de la CONMEBOL en Asunción del Paraguay.
Allí, más de tres mil personas se reunieron para buscar la ayuda de Dios y aprender qué hacer para ser libres del mal.
Antes de la prédica, el obispo oró determinando la sanidad de las personas que estaban enfermas, y muchas dieron testimonio de la sanidad que habían recibido.
Luego, el obispo explicó: “¿Por qué si usted cree que Dios es grande, su vida no cambia? La respuesta es muy sencilla. El bien nunca podrá actuar en su vida si usted está a favor del mal. Jesús dijo: ‘El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.’, (Mateo 12:30). En esta tarde, entre todos nosotros tenemos gente que está con Jesús y otros que están contra Jesús. Quizás usted diga, ‘obispo, nadie dirá que está en contra de Jesús, el único que dice eso es el diablo’, sí, pero usted no puede olvidarse que si no obedece esta Palabra, aunque usted no quiera ha estado contra Jesús; y si uno está contra Jesús, está a favor de las tinieblas, a favor del mal.
Muchos podemos orar por una persona así, pero no podremos ayudarla, ¿por qué? Porque aunque Dios sea Todopoderoso y esa persona esté en la iglesia, conozca toda la Biblia y crea en el bien, está desobedeciendo. Si usted quiere liberarse ahora y así comenzar una nueva vida, debe estar a favor de Aquel que tiene todo el poder para cambiar su vida y eso se logra a través de una entrega. ¿Qué es entregarse? Es pasar a vivir de la forma que Dios manda en Su Palabra. Por ejemplo, si alguien le hace mal, usted, en vez de reaccionar, va a orar por esa persona.
¿Qué mal prevalecerá en su vida si usted está a favor de Jesús? Ninguno. Ese es el secreto para cambiar de vida”.
Finalmente, invitó a los que deseaban entregarse a Dios a hacer una oración de entrega, para después buscar la presencia de Dios, el fortalecimiento con el Espíritu Santo.
Así, las miles de personas que estuvieron presentes en el Centro de Convenciones, se retiraron a sus hogares con la certeza de haber comenzado una nueva vida.