“Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.” Mateo 10:27
Para poder predicar Su mensaje y alcanzar al mayor número de personas, Jesús subía al barco y predicaba en los montes, todo para que Su Voz fuese oída lo más lejos posible.
Y hoy, Él nos manda a subir a las azoteas para que más personas sean alcanzadas por Su Palabra, pues somos la Voz de Dios en este mundo.
A través de los medios de comunicación, somos capaces de llevar nuestra voz a los lugares más desérticos y lejanos. Con ellos, entramos a las casas de los ricos y de los pobres, a las mansiones y a los barrios carenciados, a los hospitales, a las prisiones e incluso debajo de los puentes. ¡No hay lugar donde nuestra voz no pueda llegar, si seguimos el consejo de Jesús y subimos a las azoteas!
Vamos a convocar a aquellos que quieren ayudarnos a subir a todas las azoteas de este país, donde hubiera una antena, allí estaremos presentes a través de los medios de comunicación. Y esas personas van a sacrificarse, no por una bendición, sino para salvar al mayor número de almas.