La Iglesia Universal del Reino de Dios no para. Eso es porque su principal objetivo es cumplir la orden que el Señor Jesús le dio a sus discípulos:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos 16:15-16
Y así ha sido desde su surgimiento, en la glorieta de Méier. Desde Río de Janeiro al mundo. No es casual que se llame Iglesia Universal. Sea cual fuera el país, la ciudad, villa o aldea, donde exista un alma afligida, la Iglesia Universal, por medio de sus obispos, pastores y obreros, estará empeñada en alcanzarla, a fin de presentarle el Evangelio de la Salvación.
En sus casi 36 años de existencia – que se cumplirán el 9 de julio próximo -, la Iglesia Universal está en los cuatro continentes, totalizando 180 países.
Desde que inauguró el primer templo en Estados Unidos – primera Universal en el exterior -, en 1980, en el estado de Nueva York, se esparció por toda América. En América del Sur, posee templos en todos los países. En Perú, está presente desde 1995, ya tiene presencia en todo el país y no deja de crecer.
Pastores y obreros luchan incansablemente para cambiar la situación del pueblo peruano y, sobretodo, para llevarlo a tener un encuentro con Dios.
Muchos llegan al Centro de Ayuda Espiritual enfermos y desahuciados y son curados. Fue el caso de Flora Luz, que sufría de artritis y artrosis, pero después de participar de las cadenas de fe y recibir la unción de la salud, puede caminar sin sentir dolor. Dios hizo el milagro en su vida.
Fue con ese objetivo que, recientemente, el pastor Fabiano Bezalí, responsable por el trabajo de la Iglesia Universal en Perú, promovió el evento “Gran desafío de milagros”, el Viernes Santo pasado.
La concentración tuvo lugar simultáneamente en varias ciudades, en las cuales estuvieron presentes un total de 23 mil personas. Sólo en la capital, Lima, 7 mil personas llenaron la sede nacional de la Iglesia.
Ese Viernes Santo quedará marcado en la vida de los peruanos que nunca habían presenciado una concentración de esa dimensión.
Fueron semanas de arduo trabajo divulgando el evento. Pastores, evangelistas, jóvenes y el cuerpo de obreros se movilizaron para evangelizar los cuatro extremos del territorio peruano y llevar al máximo de personas afligidas y enfermas al “Gran desafío de milagros”, para que alcanzaran la transformación de sus vidas.
El anfiteatro del Parque de Exposición, ubicado en el centro histórico de Lima, fue el lugar donde se realizó el encuentro, que desde este momento, será recordado como palco de muchos milagros.
(*) Colaboración de Claudia Macedo