Javier: “De chiquito jugaba con armas nueve milímetros. Crecí en el ambiente de la delincuencia y de las drogas. Una Navidad, me dieron dos pistolas para dispararlas. Mi papá y mis primos se dedicaban a robar. Tenía tíos que también eran ladrones, a dos los mataron en un enfrentamiento y los otros están presos. Uno fue a robar, tenía 17 años y le dieron más de siete tiros por la espalda.
No me hacía falta nada, pero iba a robar porque aprendí eso. Una vez robé un auto y como no le pude sacar nada, lo prendí fuego y fui a buscar otro. Me han querido matar, estuve un mes preso en la comisaría. Yo había dicho que iba a salir de ahí para cambiar, pero hice lo mismo.
A mis 14 años entré de lleno en las drogas, la marihuana, la cocaína, las pastillas y el alcohol. Llegué a fumar pasta base en pipa. Era un muerto en vida, andaba empastillado y drogado. Me gané el odio de muchos, estaba arruinado.
Mi abuela luchó por mí, me invitó a la Universal muchas veces y yo la rechacé. Hasta que acepté.
El Tratamiento me ayudó, me curé acá; ahora estoy feliz, tengo paz y trabajo de lo que me gusta. Gran parte de mi familia reconoce mi cambio y viene a la Iglesia.
Estoy libre de los vicios y sin abstinencia. El olor a cigarrillo y a marihuana me generan rechazo. Yo lo recomiendo a los familiares de los adictos y a los que lo necesiten”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
Para más información: 11-5810-9300
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.