La mayor ignorancia es criticar algo de lo que usted no sabe nada. El mundo está lleno de ignorantes disfrazados de sabios. Críticos de turno, de narices paradas en sus podios de ignorancia, listos para apuntar el dedo y argumentar su punto de vista. Se olvidan de que un punto de vista no es nada más que eso.
Cito solo dos ejemplos con los cuales tengo una experiencia directa:
“Esa pareja del Matrimonio Blindado solo quiere ganar dinero vendiendo libros. Dudo que vivan lo que hablan en la televisión.” — dijo la troll en nuestro Facebook. No nos conoce. Nunca nos encontró. Pero se cree conocedora de lo que sucede dentro de nuestra casa.
“Ese Templo de Salomón es una abominación. El anticristo va a vivir allí dentro. Dios no habita en templos hechos por manos de hombres.” — declaran los “entendidos en el tema”. Por la lógica de ellos, vamos a tener que demoler todos los templos e iglesias en el mundo (ya que Dios no habita en ellos) y mandar a que quien cree en Dios se reúna debajo del árbol más cercano. Según su sabiduría, el anticristo ya tiene dirección aquí en Brás, São Paulo. (Que alguien les avise al profeta Daniel y al Señor Jesús que se equivocaron; al fin y al cabo no será en Jerusalén.)
Pero este post no acerca de defender a los autores de Matrimonio Blindado ni al Templo de Salomón. Es acerca de usted, yo y todos nosotros. Es para ayudarnos a entender al ser humano un poquito mejor.
Lamentablemente, el homo sapiens no es tan sapiens. Sufre de una enfermedad cuyo síntoma principal es la crítica gratuita sobre lo que no sabe. Algunas causas de esa enfermedad:
*Desconfianza: si es demasiado bueno para ser verdad, probablemente es mentira. Se lo puede llamar falso.
*Envidia: si yo no puedo tener lo que usted tiene, puedo criticarlo por lo que tiene.
*Miedo: su éxito me asusta y amenaza mi supervivencia; necesito demonizar su éxito para garantizar el mío.
*Llamar la atención: sé que estoy diciendo tonterías, pero lo que importa es que seré famoso durante 15 minutos.
*Ignorancia: mezcla de insensatez con pereza de investigar la verdad.
*Complejo de Piojo: voy por la cabeza de los demás. A fin de cuentas, si “Fulano” dijo eso, debe ser verdad.
Desconfianza, envidia, miedo, falta de atención, ignorancia y no pensar por sí mismo. Características humanas que todos nosotros tenemos. Por eso, somos todos culpables haber hablado algún día lo que no sabíamos.
Pero ahora que lo sabemos, no tenemos más excusas. Podemos ser mejores oradores y principalmente oyentes. Nunca más suponer que hablar es sinónimo de saber.
Sócrates dijo hace 2400 años:
La única y verdadera sabiduría es saber que uno no sabe nada. Y saber que no sabe nada lo hace el más sabio de todos.
Con seguridad, alguien que sabía de lo que estaba hablando.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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