Dietas locas, de aquellas que están días sin comer, hasta desmayarse de hambre. Beber solo agua o comer solo sashimi de salmón durante una semana. Numerosas cirugías estéticas. Esa era la rutina de “belleza” de la ex-modelo brasileña Andressa Urach. “Hacía todo por la belleza, todo para ser delgada. Tenía esa obsesión por el cuerpo perfecto, por las medidas perfectas”, recuerda.
La consecuencia de esta obsesión llegó a ser conocida no solo en Brasil, sino que también fue noticia en el exterior, cuando la ex modelo entró en coma y casi le amputaron las piernas, como consecuencia de la aplicación de una sustancia en el cuerpo para garantizar las tan deseadas curvas.
Andressa se recuperó y hoy vive un nuevo estilo de vida. “Hoy no hago más esas locuras de quedarme sin comer; hoy tengo un equilibrio. Durante la semana, como verduras, ensaladas, frutas, arroz, poroto, comida más saludable. Y los fines de semana me doy el gustode comer cosas como pizza, por ejemplo. Además de eso, hago caminatas”, cuenta.
Pero el concepto de salud que tienen las personas se pudo ver recientemente cuando Andressa, después publicar una foto comiendo pizza con el hijo, fue cuestionada porque había aumentado de peso. En respuesta, ella publicó en sus redes sociales que posee un nuevo padrón de belleza y está muy feliz, por eso es que hoy no hace dietas absurdas para mostrarles a las personas un cuerpo perfecto, perjudicándose a sí misma. “Hoy yo me amo y sé que mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo.”
Cuerpo, alma y espíritu equilibrados
Dios está en el equilibrio. Tal vez usted ha escuchado esto, pero ¿entiende cómo esta realidad tiene que ser parte de su vida?
El mal trabaja siempre con los extremos: la vanidad al extremo; el auto desprecio al extremo. Dios trabaja con el equilibrio: cuidar del cuerpo sin despreciar el alma y el espíritu.
La Biblia afirma que Dios nos da el espíritu de moderación (2 Timoteo 1:7).
La Palabra de Dios dice también: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1Corintios 6:19
El obispo Júlio Freitas destaca que, para cuidar el templo del Espíritu Santo, es necesario, sobre todo, ser fiel a Dios: “La infidelidad para con Dios puede terminar en la muerte espiritual. Por eso, todo lo que haga, hágalo siempre con fidelidad y disciplina, pues solo así obtendrá los frutos pretendidos en todas las áreas de su vida.”
Cuando usted cela por el lugar elegido por Dios para ser morada de Su Santo Espíritu, demuestra cuanto Lo ama, sin importarle lo que las personas dicen, pues el Altísimo conoce su dedicación a Su templo.
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