El hebreo es la lengua oficial de Israel, hablado por aproximadamente 6 millones de israelíes como también por 2 millones de árabes que viven en el país. El idioma es parte del judaísmo y se utiliza en varios estudios religiosos y en las oraciones.
Fuera de Israel, los judíos e israelíes expatriados, que viven principalmente en Francia y Estados Unidos, usan comúnmente al hebreo. La mayoría de los llamados asquenazis (no nacidos en Israel) considera que es difícil usar el hebreo coloquialmente.
Muchos judíos europeos y norteamericanos nunca visitaron Israel y, por lo tanto, tienen dificultad para comunicarse en la lengua materna.
Normalmente, los judíos ortodoxos de afuera de Israel son los más interesados en adquirir fluencia en hebreo, por lo tanto concurren a escuelas especializadas. La mayoría de los expatriados, mientras tanto, tienden hablar con fluidez el idioma oficial de los países donde viven.
En América del Norte hay programas que buscan acercar a los judíos expatriados de las sinagogas ofreciendo cursos intensivos de hebreo e introduciéndolos a la lectura de libros y textos en ese idioma.
El origen del idioma
El hebreo es una lengua semítica perteneciente a la familia de las afroasiáticas. La Biblia original, la Torá – que los judíos ortodoxos consideran que fue escrita en la época de Moisés, cerca de 3.300 a. C. – fue redactada en hebreo “clásico”.
Con una escritura y fonética casi impronunciable debido a la ausencia de vocales, el “hebreo clásico” es llamado por algunos “la Lengua Sagrada” – ya que muchos creen que fue elegida para transmitir el mensaje de Dios a la humanidad.
Cerca del 586 a. C. después de la primera destrucción de Jerusalén por los babilonios, el idioma original fue sustituido en el uso diario por el arameo, que se volvió una lengua franca regional, usada en la liturgia, en los estudios y también en el comercio.
A fines del siglo XIX, el hebreo renació, adoptando algunos elementos de los idiomas árabe, ladino, yiddish y de otras lenguas, pasando a ser usado por los judíos que acompañaron la Diáspora Judía (proceso de dispersión de los judíos por el mundo).
El hebreo se asemeja fuertemente al arameo, al árabe y a sus diversos dialectos, compartiendo muchas características lingüísticas con ellos.
El término “hebreo” se refiere a una nacionalidad, más específicamente a los antiguos israelitas. La lengua hebrea clásica, una de las más antiguas del mundo, abarca también a los idiomas hablados por los pueblos vecinos, como los fenicios y los cananeos.
La diferencia entre el hebreo clásico y el actual es que el antiguo era un “abyad”, que no poseía vocales para formar sílabas. Para facilitar la pronunciación de textos muy antiguos los rabinos insertaron vocales.