Las vértebras de la columna están separadas por discos que amortiguan sus movimientos y dejan espacio entre ellas, permitiendo, por ejemplo, que una persona se agache. Cuando se produce una hernia, el disco se sale de su lugar debido a un esfuerzo o una lesión. Eso provoca que el disco presione los nervios circundantes, generando dolor, entumecimiento o debilidad.
Las hernias discales se producen con mayor frecuencia en la región lumbar (la parte baja) y en los discos cervicales (del cuello). Los hombres de mediana y avanzada edad son más propensos a sufrirlas, generalmente después de un esfuerzo o una actividad extenuante.
Los síntomas suelen ser dolores punzantes en una parte de la pierna, la cadera o los glúteos, sentir entumecimientos o debilidad en la misma pierna. Si la hernia se produce en el cuello, pueden llegar a entumecerse desde el hombro hasta los dedos de la mano.
Los tratamientos para curar este problema se realizan con medicamentos, ejercicio, masajes, fisioterapia y, en casos más graves, se debe recurrir a cirugías para extirpar la parte herniada del disco.
“Iba a quedar en silla de ruedas”
María Cristina Lamanna se casó y fueron felices con su esposo los primeros 14 años, porque luego él comenzó con los vicios. Ella trabajaba y buscaba más trabajo para cubrir los gastos de la familia porque él no compartía su sueldo. A raíz de esta situación María Cristina comenzó a sufrir desmayos, le hacían electroencefalogramas y no salía nada. Por los nervios quedaba dura.
“Los desmayos eran constantes, estaba deprimida y tuve que ir al psicólogo y al psiquiatra, hasta intenté suicidarme con pastillas. El peor momento fue cuando tuve problemas de columna, me operaron porque tenía hernia de disco y desplazamiento de vértebra. Llegué al hospital arrastrando la pierna y a los dos años y medio volví a sufrir el mismo problema. El dolor era insoportable, como si me clavaran cuchillos en la espalda, sentía las piernas dormidas. Estuve 45 días en reposo, iba a quedar en silla de ruedas.
Así llegué a la Universal, al participar de las reuniones fui sanada y no necesité ser operada nuevamente. Toda la angustia y la depresión se fue y ahora mi vida es otra, mi matrimonio fue transformado, realmente encontré lo que estaba necesitando”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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