El femicidio continúa siendo una preocupación en Argentina, las cifras muestran que cada 35 horas asesinan a una mujer.
Sin embargo, es necesario hablar de las víctimas que son invisibilizadas por el horror del asesinato. Los niños son los que sufren la pérdida por doble partida. Los hijos que repentinamente pierden a ambos padres y deambulan por las casas de diferentes familiares. Aunque intentan brindarles un hogar, muchas veces no cuentan con los medios necesarios para proveerles lo mínimo que necesitan para vivir.
Violencia de género (y hacia la niñez)
Cuando una mujer es asesinada por su pareja, el hombre que la mató deja huérfanos a sus propios hijos. Lo cierto es que según el registro de femicidios de la Corte Suprema, el año pasado, desde el 1º de enero al 31 de diciembre del 2017, fueron 251 los casos de mujeres que murieron por violencia de género. El dato sale de las 23 jurisdicciones provinciales y en la Ciudad de Buenos Aires. El 93% de los imputados de todo el país fueron varones con quienes las víctimas tenían un vínculo o un conocimiento previo.
Se agregaron nuevas categorías al registro: los femicidos vinculados y vinculados por interposición en línea de fuego.
• Femicidos vinculados: Estos se definen como homicidios cometidos contra una o varias personas a fin de causarle sufrimiento a la víctima.
• Vinculados por interposición en línea de fuego: Son casos en los que el homicidio se comete contra una o varias personas que se interponían o intentaban evitar un femicidio.
Una de las cifras más alarmantes es que en un 66% de los casos, los menores de edad quedaron huérfanos de madre. También el hecho de que casi en el 60% de los casos eran sus parejas y exparejas.
Un dato que revela el estado de desprotección de las víctimas, es el que señala que el 80% de los femicidios fueron cometidos en espacios privados, sobresaliendo dentro de este total un 71% de los casos en que se cometieron en las viviendas de las víctimas. De ese total, 202 menores de 18 años estaban a cargo de la víctima de femicidio.
En cualquier caso, los niños que pierden a sus madres no podrán recuperarla nunca. Se convierten en invitados en las casas de los familiares más cercanos o son abandonados a su suerte.
Víctimas de la peor de las violencias
Adriana Zambrano fue asesinada a los 28 años por su expareja en Palpalá, Jujuy. Su hermana Mercedes Zambrano recuerda lo sucedido: “Cuando llegó a su casa, él la molió a palos. Le pegó patadas, piñas y le partió el cráneo con un nivel de albañilería con punta de rombo. Después llamó a la policía, dijo que los habían asaltado y se fue. Cuando mis padres llegaron, mi hermana ya estaba muerta. A ellos les comentaron que a la beba la habían encontrado a upa de la mamá, tomando el pecho”.
M. tiene 4 años y sobrevivió después de que su padre la secuestró junto a su madre, las apuñaló para luego tirarlas a una alcantarilla. Su progenitora murió, pero la bebé sobrevivió pegada al cuerpo de ella durante 80 horas. Los forenses aseguraron que la nena sobrevivió tomando agua de lluvia y gracias a la leche materna. En ese momento, la pequeña tenía 1 año y nueve meses. La nena pasó por dos cirugías y estuvo 17 días internada por las cuatro puñaladas (dos en la espalda y dos en el pecho).
Ley Brisa
En diciembre de 2014, Iván Rodríguez, pareja de Daiana Barrionuevo, dijo que ella se había ido con un amante. La familia no le creyó y realizó una denuncia. La buscaron durante 20 días, hasta que el 10 de enero de 2015 su cuerpo apareció. Se supo que la había matado con una maza, que la envolvió en una frazada y para terminar la metió en una bolsa y luego la tiró a un río. En 2017, él fue condenado a cadena perpetua y su hija, Brisa, quedó a cargo de sus abuelos paternos.
Pero la familia no podía hacerse cargo de ella y sus hermanos y quedó al cuidado de su tía, madre de otros tres niños.
El caso fue emblemático y La Casa del Encuentro redactó la “Ley Brisa”. El martes 4 de julio, la Cámara de Diputados, por mayoría, le dio sanción definitiva y la misma garantiza en principio:
• Reparación económica del monto de una jubilación mínima para hijos de víctimas de femicidios hasta los 21 años.
• Una “cobertura integral de la salud”.
Daño emocional irreparable
*Sufren estrés postraumático
*Se deprimen
*Tienen sentimientos de indefensión
*Su miedo es constante
*Aprenden que, si se portan mal, tienen que ser castigados. Así también, si son violentados creen que están haciendo algo mal y que lo merecen
*También sienten culpa por no haber protegido a su madre
Aunque un niño reciba una reparación de tipo económico, lo más difícil es recuperarlo a nivel emocional y psicológico. Muchas veces, a pesar de recibir ayuda, las heridas del alma necesitan un tratamiento profundo, para superar lo sucedido y comenzar nuevamente. Si quiere ayuda participe este viernes a las 8, 10, 12, 16 y 20 h en el Templo de la Fe o en la Universal más cercana a su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al 5252-4070.