Conciliar estudios, embarazo y vida profesional no es una tarea fácil. Para cumplir con todo se necesitan sacrificio, renuncia e incluso la posposición de sueños. ¿Estás dispuesta a enfrentar tantos desafíos a la vez?
Patricia Barboza, una de las columnistas del blog de la autora Cristiane Cardoso, permanentemente aborda diversas temáticas para aprender a lidiar con situaciones que afligen a la mujer. Según explica, no todas tienen en sus planes el deseo de ser madres a corto plazo, otras ni piensan en eso, pero muchas están en crisis ante un embarazo inesperado y con un proyecto de vida en marcha.
Y ahora, ¿qué hacer? ¿Cómo conciliar tiempo, dinero, energía y, principalmente, la atención integral que un bebé necesita? Patricia orienta que “el primer paso es entender que la vida nunca más será igual. Renunciar es algo singular de la maternidad y la responsabilidad de la crianza le cabe exclusivamente a los padres, aunque existan personas que ayuden en esa tarea”, explica.
La personalidad del niño se forma durante sus primeros años de vida, por eso es imprescindible la presencia física de los padres, principalmente de la madre, que suple de forma física y psicológica las necesidades del bebé, al fin y al cabo, no hay sustitutas ni ‘madres de reserva’”, resalta Patricia.
Ella da un consejo: “Defina sus prioridades. Algunas cosas pueden ser dejadas de lado por un tiempo y retomarse más adelante. Pero la primera infancia de un niño no se puede recuperar más adelante, es imposible”.
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