Conocé cómo no caer en las trampas del mal y proteger tu vida amorosa, familiar y, principalmente, tu relación con Dios.
Uno de los consejos más valiosos que la Palabra de Dios les ofrece a los hombres se encuentra en la lectura de los capítulos 5 al 7 del libro de Proverbios. Por lo tanto, si vos, hombre, te estás preguntando qué tenés que leer necesariamente en la Biblia, especialmente cuando te falta inspiración, considerá estos capítulos como un excelente punto de partida. Están llenos de consejos y advertencias sobre el peligro del adulterio e ilustran cómo una pasión puede arruinar la vida.
En el capítulo 5 de Proverbios, versículos 1 y 4, se puede encontrar una de las advertencias más notables: “Hijo Mío, presta atención a Mi sabiduría, inclina tu oído a Mi prudencia, para que guardes la discreción, y tus labios conserven el conocimiento. Porque los labios de la extraña destilan miel, y su lengua es más suave que el aceite; pero al final es amarga como el ajenjo, aguda como espada de dos filos”. En este pasaje, se puede ver cómo comienza la seducción del pecado: atrae, encanta, pero al final trae destrucción.
Salomón, hijo de David y Betsabé, conocía bien esta historia, y por eso sus palabras son tan afiladas. En el versículo 21, también hace una advertencia sobre el peligro de desperdiciar la intimidad y el amor dentro del matrimonio, algo tan precioso como lo era el agua en tiempos antiguos: “Bebe agua de tu cisterna y de los raudales de tu pozo”. Si hacés esto, no habrá espacio para que el mal se insinúe.
Tené cuidado con tus ojos, el poder de la seducción visual puede llevar a la caída. Por eso, el hombre necesita ser cauteloso para no dejar que su carencia afectiva lo lleve a buscar consuelo en otros lugares. Mientras haya tiempo de despertar, prestá atención a la Palabra de Dios, porque advierte, para que después no digas no digas que no lo sabías.
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