“ Y pon cuchillo a tu garganta, si tienes gran apetito.”, (Proverbios 23:2).
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, glotonerías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”, (Gálatas 5:19-21).
El reino de Dios es la Salvación, la vida eterna, y no hay forma de heredarla si uno vive en la práctica de las obras de la carne.
Comer y beber son las necesidades más básicas del ser humano. Nadie sobrevive sin agua o alimento por mucho tiempo. El cuidado con la nutrición de nuestro cuerpo resulta en mucho más que salud y una buena forma. En la Biblia, comer y beber están asociados a características espirituales tales como dominio propio, oración y ayuno, santidad, separación de pueblos paganos e incluso a la Salvación, como en el pasaje anterior. Una de las razones es porque si logramos disciplinar este instinto tan básico en nosotros, lograremos dominarnos en todas las demás áreas.
Los abusos y los malos hábitos alimentarios hoy generan innumerables problemas físicos, emocionales, sociales y espirituales en las personas. Por eso, un hombre disciplinado entiende y le presta mucha atención a estos puntos:
1.- Por qué comer: Más allá de simplemente saciar el hambre, hoy se come mucho más por los ojos, por la ansiedad, por comodidad o por vicio. La verdadera razón de comer debe ser suplir las necesidades de energía de nuestro cuerpo y contribuir a su máxima salud, rendimiento y longevidad.
2.- Qué comer: No toda la comida es buena para el cuerpo. Alimentos y bebidas industrializadas con altos índices de sal o azúcar e ingredientes artificiales, son venenos para la salud. ¿Usted ha considerado lo que ha ingerido?
3.- Dónde comer: Ver televisión mientras se alimenta, manipulando el celular, o visitar constantemente lugares de comida rápida o negocios de comida de origen o preparación dudosa. El lugar y el ambiente donde usted come también son importantes.
4.- Cuándo comer: Los nutricionistas recomiendan comer cada tres horas para mantener el metabolismo activo y saludable. El hábito de pasar largos períodos del día sin comer puede hacerlo comer de más a la hora de las comidas.
5.- Cómo comer: Comer apurado durante el trajín del trabajo, tragar sin masticar correctamente, mezclar varios tipos de comida a la vez, comer solo un tipo de comida y dejar que falten otros con nutrientes y vitaminas importantes, son ejemplos de cómo no comer.
6.- Con quién comer: Las comidas son óptimas oportunidades sociales, un momento sagrado en la familia, y también para formar y fortalecer relaciones. A veces usted puede querer comer solo y tranquilo, pero la mayoría de las veces debe aprovechar esos momentos para estrechar las relaciones con personas dignas.
7.- Cuánto comer: Tal vez la disciplina más difícil de todas. No es en vano que los glotones sean alertados en la misma lista que los adúlteros, los envidiosos, los idólatras y los hechiceros. Dominar nuestro apetito es una verdadera señal de autodisciplina. La disciplina alimentaria equilibrada, sin religiosidad ni fanatismo, es una óptima herramienta para esparcir la disciplina a todas las otras áreas de nuestra vida. Si controlamos nuestra boca, controlamos todo el cuerpo. Por otro lado, una boca indisciplinada es el comienzo y la entrada de varias otras formas de descontrol en su vida.
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