Usted, como mínimo, se habrá sorprendido con el título de este artículo, pero no fue solo usted. En los últimos días, una noticia aterró al mundo: la de que, en el este de Siria, hombres estaban pidiendo autorización religiosa para matar a sus esposas, hijas y hermanas. ¿El motivo? Ellas serían capturadas y violadas por las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad, y sería preferible que murieran antes de eso.
Relatos de que mujeres ya estarían suicidándose por causa de esa posibilidad inminente de ser violadas también se esparcen, causando aún más conmoción.
No es difícil intentar ponerse en el lugar de esas personas, imaginar la desesperación que están viviendo y preguntarse: “En el lugar de ellas, ¿qué haría?”
Son realmente tiempos difíciles, que fueron previstos por el propio Señor Jesús hace más de 2 mil años:
“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.” Mateo 24:6
Es difícil no asustarse ante noticias como estas. Y una de las peores consecuencias del alejamiento del hombre de Dios es que, cada vez más envuelto en sus iniquidades, el amor se enfría:
“y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” Mateo 24:12
¿Hay esperanza?
Las personas quieren creer que habrá tiempos de paz aquí en este mundo, pero él está caminando hacia el fin. Guerras y rumores de guerras son cada vez más constantes. Hambre, desastres naturales, todo tipo de tragedias, enfermedades que los médicos no logran entender configurarán aún muchos noticieros, lamentablemente.
La esperanza está en la elección que usted hace incluso en medio de tanto caos:
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Juan 11:25,26
No se trata de una religión, se trata de hacer la elección que conservará su alma no solamente aquí, sino por toda la Eternidad, independientemente de cuál sea la situación que usted pueda pasar.
La próxima vez que escuche noticias que harían que cualquiera pierda la esperanza, reflexione sobre lo que ha apoyado su fe.
Ayude también a otras personas a hacer esa reflexión compartiendo este mensaje en sus redes sociales.
[related_posts limit=”17″]