Tamara y Alan llegaron a la Terapia con su relación destruida. Ella recuerda: “Nosotros traíamos problemas desde la adolescencia. Yo era una chica muy celosa al punto de agredirlo a él. Eso era a raíz de mis propias inseguridades. Nos conocemos desde los quince años y desde el tercer mes de noviazgo ya nos peleábamos. Yo le pegaba, le gritaba y era posesiva. Había maltrato verbal y físico de parte de los dos”.
La situación fue tornándose más complicada a medida que pasaba el tiempo. “Cuando tuvimos nuestro primer hijo todo empeoró porque él entró en los vicios. Él salía, yo me quedaba con mi hijo y me angustiaba. Entré en una depresión, no soportaba la frustración que sentía y, para que él no me dejara, yo lo manipulaba”, agrega.
Ella asegura que no podían “disfrutar de ir a una plaza” y explica: “Si pasaba una chica y a mí se me ocurría que él podría llegar a mirarla, empezaba una discusión por celos. Yo sufría por lo que me imaginaba, no por lo que realmente sucedía. Con el tiempo esa situación se hizo insostenible”.
Según Alan, para ellos las peleas eran “algo normal”. “En nuestra casa no había paz. Hasta que llegué a la Terapia del Amor, escuché las charlas y me di cuenta de que estaba haciendo las cosas mal. Vine con los deseos de querer cambiar. Los vicios y la vida que estaba llevando me estaban perjudicando al punto de tener pensamientos de suicidio. Cuando empecé a participar, lo primero que cambió fue mi manera de pensar. No lo entendía, pero la primera sensación que tuve fue de paz. Entonces, invité a mi esposa a la Terapia”.
Tamara cuenta que, al principio, se resistió: “Yo no le creía que venía a la iglesia. No quería venir. Empecé a venir, pero no aceptaba lo que escuchaba. Hicimos un año de Terapia, hasta que empecé a cambiar y hoy nuestra relación es distinta, no tiene nada que ver con lo que era antes. Hoy realmente nos conocemos, disfrutamos de la compañía del otro. Antes no teníamos diálogo, no nos conocíamos, todo era superficial. Hoy conozco a una persona que antes no conocía”.
Por su parte, Alan resalta: “Estuvimos trece años juntos, pero recién hace cuatro años nos conocemos realmente. Hay dificultades, pero ya no es como antes”.
En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.
Participe a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.
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