La relación con Dios es semejante a la relación que nosotros tenemos unos con los otros, especialmente con respecto al matrimonio, porque en el matrimonio el hombre representa a Jesús, y la mujer representa a la Iglesia. Esa es la realidad.
Si, por casualidad, uno de los dos finge amar, eso también sucederá en relación a Dios. Cuando la persona se dice a sí misma: “Ah yo creo, yo tengo fe, tengo la certeza, estoy sintiendo esto o aquello”, puede estar plenamente seguro que es “fuego de paja”, es solo por apariencia, porque es en el momento del “vamos a ver” cuando la persona muestra la fe que tiene.
Yo recuerdo que en días difíciles bajo la persecución, la injusticia, la difamación debajo del fuego cruzado, de acusaciones falsas, mentirosas, de persecuciones, todo el mundo quería mi mal, todo el mundo quería mi muerte. Recuerdo que un día alguien me dijo así: “Esta vez el obispo Macedo se va a desmoronar, va a caer realmente, la Iglesia Universal se va a terminar, no hay escapatoria para la iglesia”. Mire hoy como la Iglesia crece, se multiplica y se desarrolla en todo el mundo. Pero, ¿por qué? Porque había un fundamento, una base, una estructura. Las lluvias, las tempestades, las inundaciones, los ríos no logran ni siquiera mover nuestra estructura. Nosotros hemos mantenido la fe.
Cuando el amor es verdadero no hastía, muy por lo contrario, se hace más experimentado, es más placentero y más firme. Véanos a mí y a Ester como ejemplo, nosotros cumplimos 43 años de casados y hoy vivimos mejores días de los que vivíamos cuando nos casamos.
En aquel momento, éramos jóvenes, teníamos la fuerza total y la energía total, la belleza y todo, pero no teníamos experiencia, éramos principiantes y estábamos comenzando una carrera juntos. Nosotros tuvimos problemas y momentos difíciles, no tenga dudas de eso. Teníamos momentos maravillosos, pero había situaciones en las que teníamos que aclarar las cosas para no echar todo a perder.
Hoy ya somos expertos en conocernos uno al otro. Nuestro amor es aún más puro de lo que fue en aquel momento en que estábamos apasionados, porque estaba basado más en la emoción que en la razón. Hoy nuestro amor se basa más en la razón que en la emoción. Pero, ¿por qué? Porque nos conocemos uno al otro y comprobamos y confirmamos que las cosas están cada vez mejor, porque vemos la mayor dependencia de uno hacia el otro.
A veces tengo comezón en la espalda y es difícil, no encuentro la manera de rascarme, ¿cómo lo voy a hacer? Entonces le digo: “Ester, por favor, ráscame un poco aquí.” Y ella viene y acierta con una precisión absoluta, va allí a aquel pequeño lugar que está picándome y cuando me rasca me alivia. Quiero decir, que ella me conoce y sabe cómo es el mapa de mi espalda.
Pero cuando nos casamos no era así, ella tenía que buscar y yo le decía: “no, no es ahí, no, no es aquí. No, no más arriba, no, no, más abajo. Ahora no, ahora acierta justo.”
Yo quería que usted tuviese esa conciencia: el amor verdadero, el amor que viene de Dios, del Espíritu de Dios – porque es el Espíritu Santo quién nos da el amor verdadero -, permanece, enfrenta barreras, dificultades, tribulaciones, tempestades, y se mantiene firme. ¿Por qué? Porque lo que está allí fue generado por Dios, concedido por el Espíritu Santo.
Cuando nosotros promovemos la campaña del “Ayuno de Daniel” para que las personas reciban el Espíritu Santo es justamente para eso, para que ellas, una vez recibiendo el Espíritu de Dios, no sean engañadas e confundidas por sus emociones, por el corazón corrupto y engañador, pero que sean conscientes de lo que están haciendo.
Mi amiga, mi amigo, cuando usted escucha decir así: “Fulano mató a Ciclana porque abandonó el hogar, no lo quiso más”, ese tipo de acción representa al amor fantasioso, fingido, un amor de sentimiento, porque quien ama, mi amiga, mi amigo, ama sin importarle si es correspondido o no. La persona simplemente ama.
Ahora, el amor del mundo es justamente lo contrario, la persona es egoísta y piensa en sí misma, por eso ella es celosa, es aquella criatura que no acepta perder, es aquella persona que dice que ama porque su amor está basado en el sentimiento del corazón.
Si yo hablo del matrimonio, es más, no solamente yo, sino también mis compañeros pastores y obispos – ellos viven lo que predican y el día que no sea así serán automáticamente desligados de la Universal – nosotros asumimos lo que enseñamos y predicamos.
Por eso yo tengo la autoridad para hablar sobre el amor, porque vivo un amor con mi esposa, yo vivo una fe con Dios. Digo esto porque son 51 años de luchas, tribulaciones, dificultades, pero de victorias también.
Únase a Dios y venza. Participe de la Terapia del Amor con Renato y Cristiane Cardoso, los jueves, en el Templo de Salomón, en la Av. Celso García, 605, Brás, en São Paulo. Aquí en Argentina participe en Buenos Aires en Av. Corrientes 4070, en el barrio de Almagro o encuentre la Universal más cercana a su ciudad haciendo click aquí.
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