Me gustaría compartir nuestra alegría, pues no es solo la mía, sino la de todos los compañeros de guerra de Suiza.
Tuvimos bautismo en las aguas en algunas iglesias que, últimamente, han recibido personas nuevas que tenían esa necesidad. Con certeza, Dios Se alegró mucho con eso.
Entre los bautizados, había una ex musulmana que aceptó a Jesús. La alegría de las personas era inmensa, al dejar atrás la vieja vida y aceptar la Salvación a través del Señor Jesús.
El último hombre que se bautizó (en las fotos está sin bata), estaba en la playa con sus hijas y, mientras bautizábamos, les explicaba a sus hijas que ese acto era la purificación de las personas delante de Dios.
Mi esposa comenzó a conversar con él explicándole lo que realmente era el bautismo, entonces él se levantó y se dirigió al pastor que estaba conmigo y le preguntó si se podía bautizar, pues reconocía que necesitaba dejar atrás sus errores que aún guardaba y no quería volver al vicio del alcohol. Él aceptó tener al Señor Jesús como Único en su vida. De inmediato, lo bautizamos y nos dijo que había sido el día más feliz de su vida, pues quería llevar una vida recta con el Señor Jesús y Lo encontró.
Obispo, nos quedamos sin palabras.
Nuestro Dios es Grande, aún más cuando hacemos nuestra parte y dependemos de Él.
¡Fue increíble! ¡Pero la próxima será mejor!
Pastor Filipe Monteiro – Suiza