Algo que demuestra que usted no se valora es la comparación.
Cuando alguien se compara con cualquier persona, normalmente se inferioriza. No se siente tan capaz o inteligente como el otro.
Observe cuán interesante es: usted está bien, pero cuando una amiga suya es promovida a una responsabilidad mayor o alcanza un sueño que siempre deseó, ¡se queda tan triste! ¿Qué le sucedió? ¿Antes no estaba tan feliz o en “paz”?
Porque, en realidad, amiga lectora, usted necesita valorarse por la realización de sus sueños, no por su “ser”. Nuevamente entiende que es muy fácil sentir y no reflexionar.
El valor no tiene nada que ver con lo que se ve o con la “gloria” de este mundo, sino con “ser” y “ser” es algo discreto y simple, sin luces o ilusiones.
Otra situación que frustra bastante es comparar a su marido con los demás. Es compara a algún miembro de su familia con los de su amiga, o de la película que terminó de ver. Comparar es siempre algo penoso. Nunca seremos iguales a los demás. Unos tiene más talento que otros.
¿Recuerda un pasaje de la Biblia que habla acerca de los talentos? (Mateo 25:14).
El texto trata acerca de un siervo que recibió 5 talentos, otro 3 y otro 1. Todos los multiplicaron excepto el que tenía 1 talento. ¿Por qué? Porque miró lo que no tenía. No miró lo que podía tener.
Consejo: No mire a lo que no tiene, mire lo que puede tener y empéñese en aprender.