Descansar poco y dormir mal es uno de los problemas más frecuentes del mundo moderno. La calidad del descanso nocturno es esencial para tener una vida saludable, pero el insomnio aparece como un enemigo a vencer cuando de dormir se trata. Se calcula que el 95% de la población adulta ha padecido algún episodio de insomnio transitorio en su vida, mientras que entre el 8 y el 18% de la población padece lo que se conoce como insomnio crónico.
Quienes sufren insomnio pueden tener algunos de los siguientes problemas: dificultad para dormirse o para mantener el sueño, sensación de no dormir bien o despertar temprano en la madrugada. Durante el día se vuelven irritables, nerviosos, están ansiosos o incluso deprimidos.
Entre las causas más comunes del insomnio de encuentran las enfermedades psiquiátricas, como los trastornos de ansiedad, la ingesta de medicamentos, la falta de regularidad a la hora de acostarse o levantarse, el consumo de cafeína o alcohol antes de dormir o la imposibilidad de dejar de pensar en las obligaciones o problemas existentes.
Los especialistas aconsejan las siguientes medidas generales, conocidas como “las reglas del buen dormir”:
· Reducir el tiempo en cama (si usted se despertó y no puede volver a dormirse, levántese, no se quede en la cama).
· Evite las siestas, el tabaco, el alcohol y el café.
· Evite los ejercicios intensos cerca de la hora de acostarse.
· Evite la actividad intelectual dos horas antes de acostarse.
· Si no puede conciliar el sueño levántese y cambie de lugar. Solo vuelva a la cama cuando tenga sueño.
· Evite comidas abundantes por la noche.
El insomnio le provocó una grave depresión
Gabriela López sufría con dolores de cabeza a diario y no podía dormir porque escuchaba voces. Escuchaba que la llamaban por su nombre, pero no había nadie, veía sombras, personas en el aire y a ella misma. “Todo esto me pasaba cada vez más seguido, mi papá no me creía y me decía que lo había soñado. Pero no era así, yo no podía dormir a la noche, eso me perjudicó en mi formación académica. No me podía concentrar en la Universidad y me atrasé mucho en mis estudios.
El insomnio y todo lo que acarreaba, mi vida sentimental mal, la bronca que sentía por mi papá y el nerviosismo me hicieron estar depresiva”, cuenta Gabriela al recordar ese sufrimiento.
Con solo 22 años de edad no le encontraba sentido a su vida, quería morir. “Me quedaba acostada, encerrada en mi cuarto a oscuras, no quería salir. Llegué a pensar en matarme, pero tuve miedo de hacerlo. En esos momentos mi mamá me invitó a la iglesia, perseveré y confié en Dios. Así, me liberé del insomnio, de los dolores de cabeza, de la depresión y de todos los problemas. Terminé mis estudios y conocí a mi esposo, puedo afirmar que hoy soy completamente feliz”.
Martes de sanidad, a las 8, 10, 16 y 20hs, en Av. Corrientes 4070 – Almagro, o en La Universal más próxima a su hogar www.universal.org.ar/direcciones
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