La máxima de si bebes no conduzcas tiene los días contados. En Argentina la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) ha lanzado una campaña bajo el título “Conductor responsable”, que promete ayudar a tener menos accidentes y multas, al tiempo que favorece a la hostelería. La idea consiste en la instalación de medidores de alcohol en los restaurantes para que los conductores no se arriesguen a ponerse al volante si están ebrios.
El proyecto parece haber encontrado un terreno abonado en la Costa Atlántica donde ya se han instalado cerca de centenar y medio de “alcoholímetros” distribuidos por la ANSV. El verano austral desplaza a miles de argentinos a las playas de Mar del Plata, Villa Gesell, Cariló o Pinamar, una versión local de la Costa del Sol.
Sólo en el primer balneario 47 restaurantes tienen ya a disposición de sus clientes las máquinas que les servirán de brújula a lo largo del día y… de la noche. Son fácilmente reconocibles por su emplazamiento –en el cuarto de baño o en la puerta de salida- y por su forma de funcionamiento, modelo expendedora de chicles.
Basta con solicitar a un camarero la ficha con la que funciona para someterse al test que le dará una alegría a su bolsillo (por la multa que se ahorra) y una tranquilidad enorme a la población por su conducción segura. Un soplido de cinco segundos es suficiente para conocer el nivel de alcohol en sangre pero tan importante como eso es saber que el permitido en Argentina es de 0,5 gramos por cada litro.