“¿Por qué los engañadores llevan más personas a la perdición que los cristianos a la Salvación?”
Respuesta:
La respuesta está en la propia pregunta. La diferencia es que los engañadores no invitan, LLEVAN. Mientras tanto, el cristiano se restringe solamente a INVITAR.
Cuando escuchamos relatos de personas que, lamentablemente, entraron en el submundo de las drogas, sectas, prostitución, violencia, homosexualidad, etc., afirman que un supuesto amigo o conocido las llevó a un determinado lugar o situación, que las indujo a involucrarse en aquellas prácticas.
Si los cristianos dejaran solamente de invitar y comenzaran a LLEVAR a las personas al Reino de Dios, el cuadro cambiará de figura. Y la prueba es que Cristo, sabiendo esto, dejó este aspecto bien en claro en la parábola de la Gran Cena. Jesús dijo que el señor había preparado un banquete y “envió a su siervo para avisar a los invitados” (Lucas 14:17). Así él lo hizo, pero después regresó para decir que aún había lugares, porque los invitados daban excusas para no participar de la Cena. Ahora, observen la respuesta de su señor: “Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.” (Lucas 14:23)
Cristo no estaba enseñando, con esta parábola, que seamos maleducados o que forcemos a las personas a algo, sino que dejó en claro que cuando el siervo salió para darles aviso a los invitados, aún sobraron lugares, pero cuando el mismo siervo salió con el espíritu de TRAERLOS, lo logró y la casa se llenó.
Por eso, muchos incrédulos han tenido más éxito en sus objetivos para la perdición, que muchos cristianos para la Salvación.
Y usted, ¿“invita” o “lleva”?
Respuesta extraida del blog del obispo Júlio Freitas.
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