Es necesario saber que divulgar una empresa es crucial para su supervivencia en el mercado. ¿Cómo esperar conseguir clientes, sin que sepan que usted existe? Un líder que no logra comunicarse con claridad, con fuerza y concisamente no se califica como tal. Las mejores ideas son inútiles si no se comunican de manera contundente.
Los líderes de la Biblia no tenían e-mail, fax, teléfonos celulares y tampoco micrófonos. La prensa escrita no existía en la época del Antiguo y Nuevo Testamentos. Tal vez, en virtud de la falta de complejas tecnologías en las que apoyarse, se volvieron maestros de la palabra escrita y hablada.
Esas comunicaciones se clasifican como algunos de los mensajes más fuertes, efectivos y duraderos realizados en toda la historia de la humanidad. Nadie podría ignorarlos como el “memorándum de la semana pasada” o “el discurso político habitual”.
El Maestro
Por ese motivo, los líderes prestaban mucha atención a fin de asegurarse de que sus mensajes fueran comunicados con exactitud de una época a otra época y de un lugar a otro. Moisés y David fueron especialistas en dirigir reuniones y procesos de grupo. Y algunos de esos discursos llegaban a miles de personas.
En el Libro Sagrado existen innumerables ejemplos de buenos líderes comunicadores, pero, el mayor de todos, sin lugar a dudas, es Jesús. Él utilizaba pequeñas reuniones de fuerza operacional (una unidad temporal establecida para trabajar en una operación o misión concreta) con sus discípulos, le hablaba al público en general y confrontaba a los religiosos gobernantes y a las autoridades seculares con la misma aptitud.
Aun utilizando un tipo de lenguaje para cada uno de sus interlocutores, Jesús se expresaba de forma que pudiese ser entendido por todos. Con regularidad, usaba la parábola para facilitar el entendimiento del mensaje que buscaba trasmitir.
Particularmente, durante la época de Jesús, las cartas (epístolas) iban y venían por el Oriente Medio, Grecia, y Roma, y eran el medio básico de comunicación entre los que estaban intentando diseminar el Evangelio en un ambiente frecuentemente, hostil.
Lecciones del Maestro
Los mejores líderes de hoy necesitan sentirse bien con grupos de todos los tamaños y con diferentes métodos de comunicación. Comunicarse con cada persona individualmente, en pequeños grupos o en grandes grupos, implica un tipo diferente de poder, y el líder perspicaz desarrolla un nivel confortable con cada uno, mezclando y combinando esos métodos en un esfuerzo de comunicación efectiva que mueve la organización hacia sus objetivos.
Use expresiones, imágenes y metáforas que toquen profundamente a su interlocutor. Jesús, por ejemplo, utilizaba las parábolas cuando quería facilitar a todos el entendimiento. Era eficiente al utilizar un lenguaje de entendimiento universal. En sus parábolas, mencionaba imágenes que eran fácilmente entendidas por todos.
Él era creativo y sabía cautivar al “oyente”. Además, Jesús les repetía Su mensaje a Sus discípulos y ellos se lo transmitían a otras personas. De esa forma, la buena nueva era divulgada sin que perdiera calidad.
Observe que para motivar a los demás para que alcancen sus objetivos, usted debe comunicar su mensaje constantemente. Comparta información, como lo hacía Jesús. Las personas probablemente la descubrirán de todas formas, pero de una fuente menos deseable. Es mejor que escuchen la información de usted, para establecer una relación de confianza mutua.
Usted no necesita ser un orador nato, como lo era Jesús, sepa que las habilidades de comunicación pueden ser ejercitadas y aprendidas. Él daba Sus mensajes a los discípulos, quienes, literalmente, los ponían en práctica con otras personas, difundiendo así, lo que habían aprendido. Muchos de los apóstoles no eran oradores natos, pero aprendieron a serlo en la práctica.
¡Piense en eso!
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