No es una broma. Vamos a los hechos:
1) Sabemos que Jesús nació durante el reinado de Herodes, como lo dice la Biblia (Lucas 1). Pero según datos históricos, Herodes murió 4 años antes de Cristo (a.C.).
2) Herodes ordenó matar a los primogénitos de Belén de menos de 2 años, lo que hizo que José huyera con Jesús y María hacia Egipto. Herodes no podría dar una orden después de morir.
Por lo tanto, la fecha real del nacimiento de Cristo sería entre 7 a.C. y 4 a.C. – de esa forma, afirmar que Jesús nació en el 6 a.C. no sería incorrecto.
Entienda el caso:
Según la Historia y la propia Biblia, existe un engaño en el actual conteo de los años, como si nuestro calendario no comenzara exactamente con el nacimiento de Cristo.
Uno de los motivos del error: el conteo de años del calendario que seguimos, el calendario gregoriano, no comenzó realmente después del nacimiento de Jesús.
En aquella época, dominaba el Imperio Romano. Su calendario y el de las tierras bajo su poder contaba el tiempo a partir de la fundación de la ciudad de Roma. Cuando el cristianismo se fortaleció, no tenía más sentido contar el tiempo a partir de Roma, cuyo imperio comenzaba a perder fuerza. De hecho, el Imperio Romano cayó. Cierto tiempo después, alrededor del año 526 de nuestro calendario, el entonces Papa, le ordenó a un monje – Dionisio, el pequeño, estudioso de la cronología – que instituyera un nuevo calendario, contado desde el nacimiento de Jesús.
Dionisio se basó en el versículo inicial de Lucas 3:23: “Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años…” Era la época en la que Juan el Bautista bautizó a Jesús. Dionisio fue a otro versículo de Lucas (3:1), que situaba a Juan bautizando en el Jordán “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César…”. Cotejando las fechas y cronologías en sus innumerables tablas, el monje llegó a la conclusión de que el año 15 de Tiberio correspondía al año 783 de la fundación de Roma. Restó de eso los 30 años que tenía Jesús y llegó a la fecha del año romano: 753.
Pero Dionisio sustrajo 30 años exactos, mientras que la Biblia decía claramente “como de”. Allí comenzó el engaño.
Otros datos que el monje pasó por alto fueron los registros de Flavio Josefo, historiador que vivió el primer siglo de nuestra era. Josefo, considerado una fuente confiable por los historiadores, afirma que: Herodes, el Grande, murió en 4 a.C. – y la Biblia deja claro que Jesús nació durante su reinado. Herodes, por miedo al nuevo Rey que nacería según las profecías, calculó aproximadamente la fecha de nacimiento y ordenó matar a los primogénitos locales que tuvieran hasta 2 años, un “espacio” que le permitiría llegar a Jesús. ¿Cómo podría el rey haber ordenado eso, después de morir? Por eso los historiadores rehicieron los cálculos, y es un criterio en común entre ellos, actualmente, que el conteo de Dionisio – en el cual se basó nuestro calendario – está equivocado aproximadamente entre 4 a 7 años. El calendario que usamos hoy es una mera formalidad, para la mejor organización del tiempo.
Por lo tanto, cuando alguien afirma que Jesús nació en 6 a.C., no haga bromas. Quien lo dice se basa más en la Biblia que en la tradición.
Sin embargo, más importante que saber exactamente cuándo nació Jesús, fue Su sacrificio por nuestra Salvación, lo que vuelve al conteo del tiempo con extrema seguridad, algo de poca importancia.