El 21 de mayo, la acción social llevó tres toneladas de alimentos y mil abrigos a un refugio de Entre Ríos, y se esperan más donaciones las próximas semanas
Argentina ha sufrido los impactos de las fuertes lluvias que castigan la región desde fines de abril, así como el sur de Brasil, Uruguay y Paraguay. Las provincias argentinas de Entre Ríos y Corrientes, por ejemplo, enfrentan las consecuencias de las inundaciones, como la del río Uruguay. Las autoridades civiles locales señalan cerca de 600 evacuados.
Similar a lo que sucede en Rio Grande do Sul, los argentinos incluso lidian con el desafío del frío, que ya alcanzó los 2 °C recientemente en las dos regiones más afectadas. Por eso, la Organización T-Ayudo junto con el proyecto Unisocial concentraron esfuerzos en la Municipalidad de Concordia, ubicada en Entre Ríos.
Este trabajo contó con la ayuda de treinta y cinco voluntarios de Buenos Aires, además de San Nicolás de los Arroyos, Rosario y San Lorenzo. Debido a la situación de emergencia, en solo tres días colectaron miles de donaciones. Una de esas personas fue Carlos Acosta, de 40 años. El ferroviario quedó feliz de formar parte de esta acción solidaria: «Poder ayudar a los más necesitados, tanto física como emocionalmente, es una bendición», afirmó.
Hasta el momento, se recolectaron 6 toneladas de alimentos no perecederos, mil litros de agua mineral, 5 mil prendas, 192 frazadas, 2 mil pañales y 471 litros de lavandina, que serán distribuidos en las próximas semanas, en diferentes entregas de ayuda a las familias afectadas por las inundaciones en la región.
Todos somos Hermanos
José Theodoro, responsable del trabajo de la Unisocial en Argentina, relató que la primera donación de mayor contención se realizó recientemente en un refugio para los afectados a causa de las inundaciones en Concordia, El PROMIN.
Un camión con las donaciones llegó al lugar el martes 21 de mayo, que también fue recibido por autoridades civiles y políticas de la ciudad. En El PROMIN, cerca de 300 familias fueron beneficiadas con 3 toneladas de alimentos no perecederos, 1500 prendas de ropa, 100 frazadas, 300 pañales y 300 botellas de agua mineral.
«Los habitantes de las áreas afectadas de Concordia recibieron todo con mucha alegría», contó José, que afirmó que al mismo tiempo fue posible ver la necesidad en el rostro de las personas: «Ellos suplicaban por una frazada o un abrigo, además de pañales para sus hijos y agua para tomar», recordó, con pesar.