“Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en DIOS MI SALVADOR. Porque ha mirado la BAJEZA DE SU SIERVA; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es Su Nombre, y Su misericordia es de generación en generación a los que Le temen”.
Lucas 1:46-50