La “Caravana del Rescate” comenzó en Brasil para traer de regreso a los miembros de la Iglesia Universal que estaban alejados de Dios. Después de bendecir a muchas vidas en ese país, se propagó por varias naciones donde la IURD está presente, con el objetivo de llegar a un número cada vez mayor de personas apartadas de la presencia del Señor Jesús.
Esta vez el evento fue en el municipio de Naucalpan de Juárez, ubicado al noroeste de la capital de México. Más de 2 mil personas estuvieron presentes en el Cenáculo del Espíritu Santo para participar de la caravana. Muchos buscaban bendiciones y una transformación de vida.
Observe el caso de María del Rosario. Ella estuvo 6 meses apartada de Dios. La consecuencia fue que perdió su empleo y sus hijos se involucraron con los vicios. El dinero comenzó a faltar y las dificultades aumentaron. En ese período, ella estuvo en cama. “No tenía ánimo para salir y estaba deprimida. Solo pensaba en la muerte”, cuenta.
María no quería recibir la visita de nadie. Cuando una obrera golpeó la puerta de su casa para evangelizarla e invitarla a la reunión, le dijo a su hijo que dijera que no estaba. Pero la obrera insistió y María aceptó la invitación para participar de la “Caravana del Rescate”.
Al llegar al Cenáculo del Espíritu Santo, María, así como muchos otros, escuchó la Palabra ministrada en ese momento. “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.”, (Apocalipsis 3:5). Después de escuchar ese mensaje, María decidió regresar nuevamente al Señor Jesús. Hoy ella le agradece a Dios, pues está liberada de los males que la afligían.
El pastor Paulo Mendes, responsable de los obreros de México, terminó la reunión explicando que la salvación del alma se conquista con sacrificio. “Nadie vence en la vida si no sacrifica. La persona tiene que vencer sus deseos, voluntades, vicios, costumbres, tradiciones, y eso tiene un precio, que es el sacrificio”, concluye.