“Justicia y juicio son el cimiento de Tu trono; misericordia y verdad van delante de Tu rostro.” Salmo 89:14
El trono de Dios está establecido sobre la justicia, y esa es la mayor razón y la garantía por la que Él quiere hacer justicia. Pero ¿cómo hacer justicia en la vida de una persona que es víctima de la injusticia si ella todavía vive en la injusticia?
Todo pecado es injusticia, toda vida lejos de Su Camino es injusticia, por eso, antes de tener la justicia de Dios, es necesario estar vestido de justicia.
“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia…” Efesios 6:14
Cuando tenemos la Coraza de la Justicia, entonces en nuestro ser clama una fe inteligente por justicia, porque si creemos y somos fieles a un Dios que es Justo y Poderoso, ¿¡cómo vivir una vida vestida de injusticia!?
Si creemos en un Dios que es Justo, vivimos en la justicia y manifestamos en el Altar, Su Tribunal, la fe a través de un justo sacrificio.
Entonces basta confiar, ¡porque Él es un Juez que no falla ni olvida!
“Ofreced sacrificios de justicia y confiad en el Señor.” Salmos 4:5