Carmen luchó por sus hijos Ezequiel y Emanuel en la Cura de los Vicios: “No pensé que Ezequiel se drogara tanto. Me decían que él era adicto, un caso perdido”.
“Desde los 14 años, usé marihuana y cocaína. Mezclaba pastillas con alcohol, no tenía control de mi cuerpo. Hasta que un día tuve una sobredosis, ese fue el límite”, recuerda Ezequiel.
A pesar de lo mal que los veía, ella usó la fe: “Venía, traía fotos, ropa y pasaba por el Camino de la Sal”.
Mientras tanto, Emanuel vivía al límite: “Empecé con los cigarrillos, el alcohol; sumé marihuana, pastillas y cocaína. Le hice mucho daño a mi familia”.
Al perseverar, primero vio resultados en Ezequiel: “Ya no quiero consumir, me da asco. Trabajo y recuperé la confianza de mi familia”.
Emanuel volvió a vivir: “Nadie creía en mí, pero estoy libre, ahora estudio, trabajo, me levanto con las ganas que antes no tenía. Estoy curado de los vicios”, “Les aconsejo que luchen para que sus hijos salgan de las drogas, que no bajen los brazos, con Dios será distinto”, finaliza Carmen.
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