Mauricio: “A los 14 años junto con amigos conocí el alcohol, el cigarrillo, la marihuana, las pastillas, también jalaba pegamento.
Para conseguir las drogas, trabajaba, robaba, hasta vendí cosas de mi casa. Todo eso me llevó a destruir a mi familia. Caí en depresión, ya no existía. En los brazos tengo varios cortes, me cortaba porque quería matarme. Lo hacía, para ver si sentía algo, pero no.
Me dejaba llevar por mi adicción, me gustaba drogarme, tomar, robar, pelear, dar espectáculos en la calle. Si no caía preso, me iba de mi casa, cuatro o cinco días. Estuve detenido casi la mitad de mi vida, salía y entraba. Sentía mucho orgullo de mí mismo, pero era agresivo y odiaba a toda mi familia. Yo me veía bien, pero era un desastre.
Estaba mal, cada vez más deprimido. Quise quitarme la vida unas tres veces. En una, intenté cortarme las venas. La segunda vez me quise ahorcar. Y la tercera y última, agarré una tira de alambre, la doblé en cuatro, me la puse en el cuello y quise enchufarlo en el cable de la corriente. Estaba llorando, algo me dijo que no lo hiciera y justamente, alguien golpeó las manos.
Salí y me invitó a la Universal. Llegué al Tratamiento, me puse las pilas y Dios me transformó. Hoy ya no siento deseos de consumir, la depresión salió. Me siento en paz, estoy feliz permanentemente. No me hace falta consumir. Mi familia, está contenta al verme cambiado. El Tratamiento sí funciona, los vicios tienen cura”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
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