Erika: “Mis problemas comenzaron cuando mis papás se separaron, a partir de ese momento, digamos que obtuve mi libertad para hacer lo que quería. No tenía límites, comencé a salir y no respetaba a mi mamá.
Después de los 18 años entré en depresión por los problemas que tenía con mi familia. Sentimentalmente, mi expareja me había dejado, en ese momento él era mi mundo, la única persona que me hacía sentir bien.
Lloraba en mi casa, estaba depresiva, intenté matarme; en una oportunidad coloqué el cuchillo en donde esta el corazón, pero cuando me lo iba a clavar, algo me dijo que no lo hiciera y desistí. Siempre buscaba la forma de olvidar los problemas que estaba pasando, me volqué al alcohol, y mientras estaba borracha sentía que era feliz. En un momento me di cuenta de que realmente necesitaba ayuda, ya no podía seguir viviendo de esta manera. Me acerqué a la Universal, gracias a una tía que siempre me invitaba, al principio yo no quería saber nada. Hasta que un día llego y comienzo a luchar, no fue nada fácil.
Hoy soy otra persona, me siento totalmente feliz, la depresión desapareció, al igual que el vacío que tenía por dentro. Ahora, gracias a Dios, solo pienso en vivir y disfrutar la vida”.
Participe este viernes a las 12 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y vea las direcciones de la iglesia.
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