“Pero cuando el Hijo del Hombre venga en Su Gloria, y todos los ángeles con Él, entonces Se sentará en el Trono de Su Gloria; y serán reunidas delante de Él todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a Su Derecha y los cabritos a Su Izquierda. Entonces el Rey dirá a los de Su Derecha: Venid, benditos de Mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. (…)Entonces dirá también a los de Su Izquierda: Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles”. Mateo 25:31-34,41