En un artículo publicado en la revista The Physician and Sportsmedicine, los autores señalan que “si se tiene diabetes, una de las mejores cosas para hacer por uno mismo es mantenerse –o comenzar a ser– activo”. Este concepto tiene más vigencia cada día.
Se conoce que la diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa adecuadamente. Entre sus factores de riesgo se encuentra la obesidad, por lo que se debe llevar una nutrición adecuada y, sobretodo, un plan de ejercicios apropiado.
El ejercicio contribuye a bajar los niveles de azúcar en la sangre porque ayuda a que las células del organismo utilicen la azúcar más eficientemente. Esto sucede porque el ejercicio utiliza la glucosa o el azúcar como fuente de energía durante y después del ejercicio. Asimismo, la práctica disciplinada de ejercicios contribuye a eliminar el sobrepeso que sufre la mayoría de los pacientes que padecen de diabetes tipo 2.
Otra razón para favorecer el ejercicio es que éste ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en estos pacientes.
Es muy importante que las personas con diabetes consulten con su médico antes de adoptar cualquier plan de ejercicios. El médico debe participar activamente en el diseño y la supervisión de su programa de ejercicios. También debes seleccionar un ejercicio que disfrutes. El disfrutar del ejercicio es fundamental para practicarlo disciplinadamente, sobre todo en el caso de los diabéticos.
Entre los ejercicios recomendados, los aeróbicos representan una excelente alternativa, por su variedad (caminar, correr a velocidad moderada, montar bicicleta y nadar, entre otros). El ejercicio aeróbico usa oxígeno y hace que el corazón trabaje más. Es recomendable adoptar un plan de actividad física por 30 minutos, 5 días a la semana, comenzando con días alternos y por sesiones cortas y de baja intensidad. Se debe aumentar la intensidad el ejercicio gradualmente, a medida que el cuerpo aumente su capacidad para manejar niveles mayores de actividad física.
Al hacer ejercicio, ten en cuenta lo siguiente:
– Establece un plan y cúmplelo. Considera el ejercicio entre las cosas más importantes de tu vida.
– Establece metas que puedas alcanzar.
– Prefiere el horario matutino.
– Haz ejercicio en compañía de alguien que, además de ayudar a mantener la motivación y a evitar excusas para no hacerlo, conozca tu condición diabética. Esto es muy importante por la posibilidad de presentarse cuadros hipoglicémicos (niveles muy bajas de azúcar en la sangre) en determinadas circunstancias.
– Ten siempre a la mano algunos caramelos, por si hay manifestaciones de hipoglicemia.
– Toma mucho líquido, antes, durante y después de los ejercicios.
– Si padeces de diabetes insulino-dependiente, el programa de actividad física debe planificarse de manera integrada con el de alimentación y con el de administración de insulina.
Recuerda que algo de ejercicio es mejor que nada. Tú puedes contribuir a controlar la diabetes aumentando la actividad física. Utiliza las escaleras en vez de tomar el elevador y estaciona el vehículo de tal manera que camines trechos más largos para llegar a la oficina. De esta forma contribuyes a satisfacer las necesidades de consumo energético y de esfuerzo muscular.