Usted ya debe haber visto en muchas películas el gran pánico que se apodera de las personas al ser envueltas por el fenómeno natural de la arena movediza. Al principio la mezcla densa de arena y agua parece inofensiva, y muchos se arriesgan a pisarla solo con la puntita de los pies, pero luego el juego se transforma en una trampa mortal, pues cuanto más se debaten dentro de aquel lodazal, más se hunden.
La fe religiosa es lo mismo. Al comienzo, solo va envolviendo a quien pisa su territorio. Enseguida arrastra a la persona con canciones emotivas y palabras sentimentales. En poco tiempo, la religiosidad se apodera de todo el ser, absorbiendo la mente y el alma hacia el interior de un hoyo espiritual infinito.
Por eso, queda la alerta: no se deje envolver por doctrinas religiosas y emotivas, pues basta apenas la puntita del pie para que usted quede enredado y no logre salir más. Y entonces ya puede ser demasiado tarde…