A Cristina la perseguían las desgracias. Su esposo sufrió dos accidentes de auto, con graves consecuencias físicas. Después de 8 años de lucha la recuperación total seguía siendo imposible y la angustia hundió a Cristina totalmente. Pero al conocer la IURD y participar de la Hoguera Santa, no solo fueron restaurados, hoy viven lo que siempre soñaron.