Vivir en la Fe es vivir en la justicia. No es posible tener fe en la Verdad y andar con la Mentira. No es posible creer en la Palabra de Dios y hacer lo que al diablo le gusta. A no ser que esa fe sea religiosa, emotiva o sensacionalista.
Pero cuando la fe está apoyada en la Palabra de la Sabiduría de Dios y es practicada de forma inteligente, entonces es imposible que la fe falle.
El Señor Jesucristo es el Autor y Consumador de la Fe Inteligente, o sea, Él es Quien inicia y Quien concluye la Fe. Debido a eso, la fe y la justicia son inseparables, caminan juntas. La fe tipificando al ser humano con la imagen de Dios, y la Justicia, al Dios Santo de los Santos.
Y es exactamente eso lo que el SEÑOR enseña cuando dice:
“Mas el justo por su fe vivirá.” Habacuc 2:4
“Mas Mi justo vivirá por la fe; y si retrocede, Mi alma no se complacerá en él.” Hebreos 10:38
Eso muestra el casamiento eterno de la fe con la justicia. La fe justifica al pecador.
Vivir por la fe es vivir por lo que es justo, íntegro, correcto, loable y agradable delante del Santísimo Dios Justo. Dios es Justicia y nos ha prestado la Fe justamente para que vivamos una vida justa y en comunión con Él. O sea, de fe en fe o de justicia en justicia. Este tipo de fe es la que agrada a Dios.