En la capital paulista, miles de personas llenaron el Templo de Salomón, muchas de ellas participando por primera vez en una reunión de la Universal y otras regresando a los encuentros de la iglesia. Como el caso de Cristina Cardoso (del lado derecho de la foto de abajo, de camiseta verde), de 43 años, que hacía 4 años que no participaba de las reuniones.
Hace aproximadamente 1 año, Cristina sufrió un terrible accidente: estaba paseando con sus amigos y cuando se estaban por sacar una foto, cerca de una cascada, se resbaló y cayó de una altura equivalente a un edificio de 7 pisos. ” Creí que no sobreviviría”, recuerda. La recuperación fue difícil, pero, felizmente, Cristina retornó a la vida normal. “Fue Dios dándome una segunda oportunidad. Le dije a mi padre que apenas pudiera andar nuevamente, iría al Templo de Salomón y volvería a Dios. Lo interesante es que estoy volviendo hoy, justamente cuando se está realizando “La Fiesta del Rey” y muchos fueron invitados para volver también”.
La entrega verdadera
“La Fiesta del Rey” es en referencia al versículo bíblico descripto en el libro de Mateo, capitulo 22, donde el Señor Jesús explica, por medio de una parábola, como es el ingreso al Reino de los Cielos. “Dios pidió que llamen a todas las personas, buenas y malas, para esta fiesta. Sin embargo, era necesario usar la “vestidura nupcial” para ser aceptado. ¿Qué vendría a ser esa vestidura? La vestidura es la fe despierta en relación a cuando el Señor Jesús asumió en la cruz nuestros pecados. Él tomo sobre Sí nuestros errores, para que nosotros, entregándole nuestra vida, seamos salvos”, aclaró el obispo Clodomir Santos durante el encuentro de las 10 h.
También destacó que el bautismo en las aguas es el primer paso para que la persona vista la “ropa nupcial” para participar de la fiesta de Dios. Por medio del bautismo, la persona entrega su vida al Señor.
También se reprodujo un video que narraba el momento más difícil de la vida de Abraham, cuando Dios le pidió que sacrificara lo que más amaba: su hijo, Isaac.
“Ese es el secreto del altar. Si de hecho usted coloca todo en el altar, junto con su vida, usted puede quedarse tranquilo, porque estará todo guardado en Dios. ¿Cuántos ya estuvieron dentro de la iglesia y se perdieron, aun conquistando bendiciones por medio de la fe? Pero, ¿por qué se perdieron? Porque no entregaron la vida en el altar, como lo hizo Abraham. Es imposible que la persona coloque su vida en el altar y continúe siendo la misma”, destacó el obispo.
Si usted, por algún motivo, dejó de participar de los encuentros de la Universal, regrese, esta puede ser su última chance. Participe nuevamente de las reuniones, acérquese a la Universal más cercana a su hogar.
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