La Biblia dice que, cuando los hijos de Israel fueron a presentarse delante de Dios, Satanás estaba en el medio de ellos. El diablo estaba allí y, mirándolo, Dios le preguntó:
“¿Te has fijado en Mi siervo Job?“ Job 1:8
Aquí vemos claramente la función del diablo: “FIJARSE” en el siervo de Dios.
Todo el tiempo, él observa, analiza y estudia al siervo de Dios. Por eso la importancia de que andemos en esta rectitud, para que el diablo no encuentre en nosotros ninguna inclinación mala y perversa.
El diablo no conoce nuestros pensamientos, no es omnisciente como Dios. Pero, si no sabe lo que pensamos, ¿por qué el siervo de Dios cae?
La respuesta está en nuestras reacciones y comportamientos. Debido a estos, el diablo logra deducir cuáles han sido nuestros pensamientos e intenciones.
Como la madre conoce al hijo por sus actitudes, aunque él no hable, ella logra discernir lo que piensa, así también es el diablo, conoce al hombre, pues antes de que el hombre fuera creado, él ya existía. El diablo observa y analiza nuestras reacciones y actitudes, y entonces pasa a conocer nuestro interior.
Es por este motivo que Jesús nos alertó:
“Velad y orad…“ Mateo 26:41
Jesús sabe que el diablo nos observa, pero a aquellos que tienen el carácter de Job, el diablo no los puede tocar, pues están protegidos y guardados por el Altísimo.
Esta enseñanza debe causarnos temor y alerta, porque todos los días el diablo nos mira de punta a punta, esperando de nosotros una falla de carácter, para, así, dar brechas para que entre.
Y es importante recordar que Dios también nos mira:
“Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente Suyo…“ 2 Crónicas 16:9
Sus ojos nos guardan y protegen, como lo guardaban a Job. Pero, para que esto suceda, tenemos que andar como Job anduvo, y vivir como él vivió: en la INTEGRIDAD, en la RECTITUD y APARTADO DEL MAL.
El diablo nos observa para DERRUMBARNOS, pero Dios nos observa para USARNOS. Y quien anda en esta integridad estará para siempre seguro en el REGAZO DEL ALTÍSIMO.
“Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, Cuyo Nombre es Santo: Habito en lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.“ Isaías 57:15
¡Que Dios los bendiga mucho más!